Variables del sistema comercial.
Como sabes, la función comercial de la empresa es la que desarrolla las relaciones de intercambio entre la empresa y el mercado.
El marketing aporta a la empresa las técnicas necesarias para llevar a cabo la relación de intercambio y desarrollar el proceso de comercialización de la forma más eficaz posible, identificando las necesidades de los consumidores y tratando de satisfacerlas mediante la oferta de los bienes y servicios necesarios.
Las relaciones de intercambio se desarrollan en un sistema comercial constituido por un conjunto de variables interrelacionadas entre sí: Algunas de ellas son controlables por la empresa (los instrumentos de marketing), mientras que otras están fuera del control de la empresa, como son el mercado y el entorno.
Los instrumentos básicos del marketing (producto, precio, distribución y comunicación), constituyen las variables controlables por la empresa, aunque dentro de unos límites: Mediante la combinación adecuada de las mismas, podrá diseñar y aplicar sus estrategias de marketing.
Además de estos factores, la empresa debe enfrentarse en el mercado a una serie de variables no controlables como son: una competencia que persigue fines similares a los suyos, unos suministradores de recursos materiales y humanos de los que depende, unas instituciones que pueden favorecer o restringir los intercambios, y un comportamiento cambiante de los consumidores en el mercado.
Todo el proceso de comercialización se desarrolla en un entorno (económico, sociocultural, político, legal, medioambiental, tecnológico, etc.), que no está bajo el control de la empresa y que influye en el desarrollo de su estrategia comercial. Este entorno puede ser desfavorable y suponer para la empresa restricciones y amenazas, o ser favorable y ofrecerle oportunidades para detectar nuevas necesidades y desarrollar nuevos productos.
Se puede decir que el marketing es un sistema planificado de la actividad comercial de la empresa que se desarrolla las siguientes actividades:
Análisis de la situación: el mercado, el entorno, la competencia, comportamiento del consumidor, etc.
Fijación de los objetivos a conseguir.
Diseño y puesta en práctica de las estrategias de marketing para alcanzar los objetivos fijados.
Evaluación y control de los resultados.
Para lograr estos objetivos, la empresa aplicará las oportunas políticas de marketing, que se concretarán en:
Decidir qué producto o servicio ofertará, en función de las demandas de los consumidores.
Fijar el precio del producto.
Distribuir el producto, a través de los canales de distribución más adecuados
Desarrollar actividades de comunicación (publicidad, promoción de ventas, merchandising, venta personal, etc.), para dar a conocer las cualidades del producto y estimular la demanda.
Para conocer las necesidades de los consumidores y para definir las estrategias comerciales y evaluar los resultados de las políticas aplicadas, el marketing dispone de la investigación comercial, que le permite desarrollar un sistema de información necesario para la toma de decisiones de marketing.
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