Tengo la impresión de que el marketing tiene mala fama. Muchas veces pensamos que la función de esta disciplina es vendernos la moto, y creo que gran parte de culpa de ese tipo de prejuicios la tienen campañas como esta de una conocida marca de cereales.
Vi este vídeo gracias a un post en el blog Vístete que vienen curvas (muy recomendable) y me pareció una tomadura de pelo. Me explico. Está muy bien eso del marketing emocional, conectar y buscar empatizar con el cliente potencial, hacer que se sienta comprendido y demás. Pero si saltas de un planteamiento a otro radicalmente opuesto, me va a dar la sensación que me tomas por tonta.
Si estoy acostumbrada a que cada vez que te oigo hablar me metes por los ojos tu "superplancenacereales" porque llega el verano y tengo que meterme a hacer la operación bikini sí o sí, luego no me vengas con jueguecitos buenrollistas y lacrimógenos diciéndome "quiérete mucho, ten autoestima seas como seas y blablabla".
No me vengas con el cuento de "No hables de gordura" cuando me llevas llamando gorda desde que te conozco.
No me vengas con el rollito guay de “belleza real-mujeres reales” cuando desde que te conozco andas diciéndome que con tus cereales voy a parecerme a la chica esa que cierra la nevera con el culo y es superhappyflower porque no tiene un gramos de grasa en su cuerpo, es pura fibra y ni las braguitas le hacen marca. Como si las tuviera pintadas, vamos.
Haznos un favor y sigue vendiéndonos la moto con lo del plan 15 díasoperación bikini, que aunque sea una chorrada máxima, ya nos tenías acostumbradas.
El marketing no tiene porque ser algo deshonesto, y esto lo he ido aprendiendo en estos últimos años porque no me ha quedado otra que intentar adentrarme poco a poco en la materia. El marketing no tiene porque ser un intento de engañarte y venderte la moto, sino que debería ser simplemente aprender a escucharte, intentar averiguar qué necesitas y poder sorprenderte, tratar de ganarme tu confianza, encontrar la manera de comunicarte el valor de mi producto y tratar de cumplir tus expectativas.
Por último, para despedirme, me gustaría pedirte algo. Si este post te ha dado que pensar, si crees que me he dejado algo en el tintero, si no estás de acuerdo… no dejes de dejarnos tu opinión en los comentarios.
Gracias por estar ahí.