Los seis miembros de la tripulación de Mars500 más un
"reemplazante" ruso: Diego Urbina y Romain Charles son los
seleccionados por la ESA; Sukhrob Kamolov, Alexey Sitev,
Alexander Smoleevskiy y Mijaíl Sinelnikov de Rusia; y Wang
Yue de China.
Hoy acaba de comenzar el último y más interesante de los estudios que componen el programa de aislamiento Mars500. Los europeos Diego Urbina (27 años) y Romain Charles (31); Sukhrob Kamolov (32), Alexey Sitev (38), Alexander Smoleevskiy (33) y, el reemplazante en caso de emergencia, Mijaíl Sinelnikov (37) de Rusia, y Wang Yue (26) de China se enfrentan ahora a una misión lo más parecida posible a un auténtico viaje espacial. A partir de ahora vivirán y trabajarán como auténticos astronautas, comerán comida especial y realizarán ejercicio físico siguiendo los mismos protocolos que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional.
Su misión consiste en 'viajar hasta Marte' en 250 días, dividirse en dos grupos, 'aterrizar en Marte y explorar su superficie' durante un mes y 'volver a la Tierra' en 230 días, todo ello en el interior de unas instalaciones especiales que simulan una nave interplanetaria, un módulo de aterrizaje y un paisaje marciano.
La escotilla de los módulos de aislamiento permanecerá cerrada hasta noviembre de 2011, por lo que la tripulación tendrá que arreglárselas con la comida, con los equipos y con el material previamente almacenado en el interior de los módulos. Sus compartimentos sólo recibirán energía eléctrica, agua y aire desde el exterior.
Los problemas a los que se enfrentan
Mars500 es un programa diseñado para probar nuevas tecnologías y, sobre todo, para poner a prueba la resistencia humana. Permanecer casi 18 meses en el interior de unos módulos metálicos será duro, incluso después de superar un exhaustivo programa de entrenamiento junto a astronautas y a submarinistas profesionales. La tripulación vivirá sin dudas momentos buenos y momentos malos durante su larga misión; analizar estos cambios psicológicos es precisamente uno de los objetivos del experimento.
Los 'astronautas' vivirán una jornada repartida en 8 horas de trabajo, 8 horas de tiempo libre y 8 horas para dormir, y podrán descansar los fines de semana, excepto cuando estén simulando fases especiales de la misión. A bordo de sus módulos cuentan con un gran número de películas, libros, juegos e instrumentos musicales.
Los aspectos psicológicos de estos experimentos son de gran interés: sus cuerpos tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones -un entorno cerrado y un espacio muy reducido- que pueden deteriorar rápidamente el estado de ánimo. Como ejemplo, los miembros de la tripulación tienen que realizar ejercicio físico dos horas al día, pero sólo podrán ducharse una vez a la semana.
¿Me he olvidado algo? Preparar las maletas para una misión autónoma de 1,5 años, desde el jabón y la ropa hasta la comida y baterías de repuesto para la cámara de fotos, es una tarea muy compleja. Los preparativos para la misión han requerido una logística excepcional.
Y finalmente, la tecnología: estas instalaciones no son una nave espacial, pero están equipadas con muchos de los sistemas que serán utilizados de una u otra forma cuando se diseñe una nave real para ir a Marte. Resulta fundamental probar estos equipos de la forma más realista posible. La tripulación ha sido entrenada para reparar cada tornillo de su 'nave', y sólo recibirán ayuda del exterior en situaciones extremas.
Durante toda la misión, Diego Urbina y Romain Charles, los miembros de la tripulación seleccionados por la ESA, escribirán sus diarios y subirán vídeos a la página web de Mars500 de la ESA. Hoy han publicado su primera anotación en el diario de abordo: "Adiós Sol, adiós Tierra, ¡nos vamos a Marte!".
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