Martes de 9 a 12 de
Jordi Sierra i Fabra. Editorial Pearson, colección Alhambra joven, 2012. 133
pp., 10.00
€.
Por José R.
Cortés Criado.
Es una novela trepidante, lo mismo que el tema. La
trama se sucede a una velocidad de vértigo que encadena un suceso con otro,
unos personajes con otros hasta el desenlace final que es inesperado. Todo
queda claro en la última frase.
Este es el estilo de Sierra i Fabra, mantener al
lector pendiente de la trama y hacerlo leer sin descanso hasta que todas las
piezas encajen, así ocurre en Martes, de 9 a 12.
Una chica acude a casa de su novio y, como siempre, va
con retraso. Al enfilar el último tramo de la calle ve a dos encapuchados que
se acercan al joven, este se desploma y lo meten en una furgoneta.
Mariasun no duda en seguir el vehículo que transporta
a Gabriel, localiza el barrio donde se supone que lo tienen oculto pero en el
último momento los pierde de vista.
Llaman a casa del joven, hablan con la madre, se trata
de un “secuestro exprés”; una modalidad delictiva consistente en raptar a una
persona durante unas pocas horas, pedir un rescate no muy alto para que pueda
ser reunido pronto y todo finalice rápidamente.
Saltan las alarmas en la familia, todos se movilizan:
el padre, que ante todo quiere salvar a su hijo; la madre que vive desesperada
por la situación; un policía, amigo de la familia, al que no le terminan de
cuadrar todas las piezas del caso; Rodrigo, hermano del secuestrado, que quiere
demostrar su valía y ser un héroe; Berto, el
mejor amigo de Gabriel y su novia, Blanca, que se quedaron esperando a
su amigo Gabriel y a Mariasun para echar un partido de tenis; los dos
secuestradores, don novatos que se limitan a recibir órdenes del cabecilla de
la trama; y Adriana, un chica colombiana de buen corazón.
Tres horas para un desenlace que nadie sabe cómo será,
ni el lector puede augurar qué sucederá en la página siguiente, tres horas de
locura con un secreto que te mantiene en vilo hasta que unas quince páginas
antes de finalizar el libro descubres la verdadera identidad de uno de los
personajes y una última palabra al final del texto que resuelve el caso.
Es una novela corta que se lee rápidamente: frases
breves, diálogos abundantes, escasas descripciones…y mucha agilidad narrativa,
que hará disfrutar a quien abra la primera página, porque no dejará indiferente
al lector, que quedará irremediablemente atrapado por la trama.