Revista Cocina

Martín Códax, con nombre propio

Por Rumbovino @rumbovino
Otra de las bodegas que visitamos en nuestro paseo por los senderos del Albariño en las Rías Baixas fue Martín Códax, sin lugar a dudas uno de los nombres con más peso específico a la hora de citar representantes de este cepaje en el mundo.

Quienes nos siguen con frecuencia saben que habitualmente no visitamos bodegas tipo industriales, de esas que producen millones de litros, y esto no es porque tengamos nada en particular contra ese tipo de empresas, sino que preferimos recorrer las más pequeñas porque desnudan su alma a la hora de las visitas.En este sentido si bien sabemos que Martín Códax es una gran bodega (su producción, si bien varía con la añada, ronda los 4.000.000 de botellas), muestra notas de calidez y metodologías de trabajo que la acercan a proyectos más pequeños, de esos que nos gustan… Desde el principio, desde lo más básico y elemental, fue más que grata la sorpresa cuando al poco rato de haber escrito un correo bastante tímidamente, recibimos un llamado telefónico de Paula (encargada de Turismo), para coordinar la visita. Aplausos para estos pequeños gestos, poco comunes en gran parte de las bodegas!

Martín Códax, con nombre propio

Terraza de degustación y vistas desde la bodega al Val de O Salnés

La propuesta fue visitar primero uno de los viñedos, luego recorrer las instalaciones y finalmente degustar los vinos que elaboran. Allí nos fuimos…Martín Códax se creó en el año 1986 gracias a la iniciativa de un grupo de viticultores gallegos y desde ese momento no dejó de crecer. Actualmente está conformada por 270 socios que aportan diferentes superficies de viñedos, siempre pequeños (recuerden que Galicia es minifundista y las superficies no tienen nada que ver con las que se manejan en Argentina), y más de 300 familias que si bien no son socios venden la uva. Podemos decir que se trata de una especie de cooperativa pero que funciona como una S.A., conformada por unas 600 personas (entre socios y familias) y maneja una superficie total de viñedo de unas 400 has divididas en 2500 parcelas. Si hacemos una cuenta rápida, el promedio de superficie apenas supera los 0,16 has. Por si alguno no lo sabe, deberíamos aclarar que Martín Códaxera un famoso trovador Gallego del siglo XIII, y en honor a él esta bodega decide tomar su nombre, identificándose desde un principio con la música y el arte.
Martín Códax, con nombre propio
Contar toda la visita haría que esta nota sea interminable, así que lo que vamos a hacer es comentar algunos datos que nos resultaron muy interesantes y que, a nuestro modo de ver, posiciona esta bodega en un lugar bastante alejado de las típicas industriales desalmadas que abundan por este mundo. Al llegar nos esperaba Yara Bueno, responsable de Comunicación de la bodega, quien nos acompañó durante todo el recorrido. De allí nos dirigimos al viñedo “Torre Quintáns” junto a Joaquín Martínez, el técnico de viñedos, quien dejó de lado sus tareas de la mañana para contarnos y mostrarnos cómo trabajan las viñas. De aquella charla nos quedamos con muchos datos interesantes que no conocíamos:- Se trabajan podas largas, ya que en albariño la tercera yema es la más fértil.- Si bien se realizan selecciones clonales, prefieren trabajar con variedades multiclón que aportan más variabilidad a los vinos.- La albariño es una cepa muy productiva por lo que cómo práctica se suele realizar clareo de racimos débiles durante el envero.- Prefieren dejar cubierta vegetal en el suelo para mejorar la humedad y permitir un mejor aprovechamiento del agua y equilibrio del viñedo.- Realizan riego por goteo, un pico cada 2-4 metros (sólo en años muy secos).- Trabajan en gestión de suelo, intentando aplicar buenas prácticas de manejo en el viñedo minimizando lo más posible la utilización de productos químicos. Hay que recordar que salvo años secos como puede ser este, en general suele haber bastantes problemas de hongos por la elevada humedad.- Los controles de insectos solo se aplican si el monitoreo semanal que hacen así lo indica. No se utilizan de rutina.- Utilizan abonos orgánicos.-  Se visitan como mínimo dos veces cada una de las 2500 parcelas para definir la fecha de vendimia. La misma se extiende unos 20 días.

Martín Códax, con nombre propio

Buenos trabajos en los viñedos se traducen en buenos productos finales

De regreso recorrimos todos los rincones de la bodega, conocimos las instalaciones, los diferentes procesos de vinificación y paseamos un rato por la sala de ventas (muy bonita por cierto) donde uno puede adquirir todos los productos que realiza la bodega tanto en Rías Baixas como en el Bierzo y Monterrei. No nos vamos a detener en contarles esta parte ya que en eso las bodegas son todas bastante similares, sin embargo si tienen curiosidad en la página web pueden conocer en detalle todo esto, así como la buena oferta enoturística que ofrecen. Acá el link.De la charla en viñedo y luego mientras recorríamos la bodega surgieron algunos otros datos que nos resultaron sumamente interesantes para comentar, - El fuerte trabajo que se realiza desde la bodega en la generación de proyectos de I+D (investigación y desarrollo) en temas de gestión ambiental, zonificación de viñedos, sistemas de conducción, etc. - Las microvinificaciones, un temazo al que todas las bodegas dedican mucho tiempo. Actualmente realizan unas 300 microvinificaciones, pero lo más curioso de esto es que las desarrollan en contenedores de 3 lts. Luego, si ven que la cosa va bien, pasan a mayores volúmenes (100, 500, 1000, 10.000 lts.) hasta definir el nuevo producto. Es una buena manera de disminuir el riesgo.- Como último dato a remarcar, Martín Códax es la bodega más grande de España (por volumen) que aún realiza la vendimia en cajas de 20 kg.Y, como colofón, nos dirigimos a una terraza exterior con unas hermosas vistas a la Ría de Arousa y a los viñedos del Valle de O Salnés, donde nos esperaba una mesa preparada para la degustación. La cata la dirigió Sofía Vilanova, enóloga e integrante del Departamento Técnico. Otro lujazo que nos regalaron.En un ambiente hermoso, sumamente relajado y en muy buena compañía, catamos las 4 etiquetas más emblemáticas que producen actualmente con uva albariño. Solo apuntamos algunas cositas de cada uno, era una pena ponerse a hacer las notas de cata detalladas en ese ambiente maravilloso.

Martín Códax, con nombre propio

MARTÍN CÓDAX 2012: el clásico vino de esta bodega. Lo podemos encontrar en varias vinotecas de Argentina. 100% albariño elaborado con uvas del Val de O Salnés. Fresco, con notas a manzana verde, cítricos y dejos florales. En boca resultó igualmente fresco (marcada y agradable acidez) y con buena carga frutal. Su precio ronda los 10 euros. Su precio, 10 euros.MARTÍN CÓDAX LÍAS 2010: acá estamos frente a un albariño diferente, por añada y forma de trabajo en la bodega. Luego de la fermentación se cría durante 12 meses sobre lías finas en tanques de acero inoxidable, con 2 meses de batonages diarios.Volumen medio de aromas, fruta blanca (peras, duraznos), bollería, mantequilla típicas de la crianza sobre lías y notas salinas. En boca es más amplio y voluminoso. Cítricos bien integrados con las notas lácticas y final levemente amargo y un salino más marcado que su hermano menor. Me gustó mucho… los albariños criados sobre lías cada día me resultan más atractivos, porque ganan complejidad sin perder frescura. Su precio 17 euros.ORGANISTRUM 2011: elaborado a partir de una selección de uvas albariño con mayor estructura y grado alcohólico. Comienzan la fermentación en acero inoxidable y terminan en barricas de roble francés de tostado medio. Tras la maloláctica permanecen 4 meses más en barricas, con 1 mes y medio de batonages diarios. Luego se cría durante 8 meses en tanques de inox hasta su embotellado. En nariz es glorioso. Intensidad media alta de aromas donde destacan los cítricos como el pomelo, acompañadas por notas florales y mantecosas. En ningún momento es protagonista la madera y eso me gusta. En boca es más potente y estructurado que los anteriores, pero mantiene esa intensidad frutal y frescura rica que caracteriza a los albariños. Me gustó mucho su suavidad y textura en el paladar. En el retronasal aparecen los tostados de la madera. Un muy buen vino. Me gustó porque tiene un poquito de todo sin exagerar en nada. Su precio, 17 euros. MARTÍN CÓDAX GALLAECIA2009: En el año 1996 salía al mercado el primer albariño de cosecha tardía de la historia y desde entonces únicamente se han elaborado 6 añadas de este vino íconico. Solo algunos años especiales permiten hacer este GALLAECIA donde se utiliza un 80% de uvas “botritizadas” procedentes de parcelas especiales orientadas al sur y bien ventiladas.En vista es impactante su color dorado brillante. La nariz explota en aromas a florales y frutas maduras, pasificadas (orejones, higos secos). Meloso, goloso, profundo. En la boca impacta su textura suave y envolvente. Nos sorprendió porque esperábamos un caldo dulce y nos encontramos con un vino de gran frescura y de buena carga frutal. Final largo y muy agradable. Su precio ronda los 39 euros.Aunque reconozco que las cosechas tardías no son mi devoción, este vino me gustó muchísimo porque creo que mixtura lo dulce y goloso de la uva pasificada con la acidez excelente que aporta el albariño logrando un equilibrio perfecto.

Martín Códax, con nombre propio

Sentados, cómodos, relajadísimos, charlando sobre vinos se hicieron las 3 de la tarde. Hora de marcharnos… Otra visita y atención extraordinaria de una gran bodega, con nombre propio.Nos quedan mil cosas por contar… Pero les recomendamos escribir un correo, acordar día y hora, e ir a visitarlos porque vale mucho la pena. Tienen opciones de enoturismo para todos los gustos. El lugar, la gente y sus vinos les van a deparar un día inolvidable.Muchas gracias por leernos amigos,

Salute, Rumbovino. 

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