Revista Libros
Como cuando de niño las encendidas sombras son mi refugioy cómo aprendí a escribir a oscuras mientras escuchaba roncar alcielo con sus estrellas en la habitación de al lado,y qué placer tan íntimo dejarme llevar lejos, tumbado en lasnubes, poblado de fuegos sin término.
Salgo a la calle vestido de noviay no hago caso de las alimañas que corren en los rumores de la gentes,salgo a la calle vestido de noviacon una comitiva de niñas desnudas que llevan la cola en sus cenicientas manos,salgo a la calle vestido de noviay dando la espalda a los confines del mundo arrojo el ramilleteque marchitará en otro pecho,salgo a la calle vestido de noviaatravesando el paseo de la noche bajo una llovizna de colores que
traspasen la tierrapara que el tiempo que me aguarda levante el velo que mi existencia ocultay yo responda —haciendo temblar cada una de mis letras comocolegialas del rubor—: sí quiero.
Delicatessen underground, Sergio Oiarzabal: Masmédula, 2008.
Imagen extraída de este lugar (más estampas gloriosas).