Tranquilino ante sus hijos
Marco y Marceliano.
Treinta días eran muchos y cuando los hermanos comenzaron a flaquear juntos, lo notó el Capitán de la primera compañía de guardias del Emperador, que cada día les visitaba, y no era otro que Sebastián, que era cristiano en secreto. Viendo este que desistían en su determinación de ser mártires, les animó en la fe, y el cielo confirmó sus palabras con apariciones de ángeles, que vieron todos los presentes. Esto no solo fortaleció a los hermanos, sino que convirtieron a Tranquilino y Marcia, Nicostrato y Zoé, que también serían mártires. Cambiaron todos las lágrimas de dolor por las de gozo, al conocer la fe cristiana y por contar con dos valerosos confesores en la familia. Y los nuevos conversos fueron bautizados por el sacerdote San Policarpo (6 de julio), también mártir después. Pasaron los treinta días de gracia, que la familia y amigos vivieron en oración y actos de caridad. Al cabo llamó Cromacio a Tranquilino y al preguntarle si había logrado cambiar a sus hijos, el santo viejo le confesó que no, y aún más, se había hecho cristiano él mismo, su mujer y toda su familia. Sabido es, según las Actas de San Sebastián, que Cromacio también aceptó la fe cristiana, lo cual le logró la salud, pues curó de gota. Al convertirse, lo mismo hizo su familia, de la cual su hijo San Tiburcio (11 de agosto) fue mártir.
Cuando Marco y Marceliano fueron martirizados, Tranquilino y Marcia se dedicaron a socorrer a los cristianos perseguidos. El papa San Cayo (22 de abril) le ordenó presbítero y lo tenía de colaborador. Finalmente, estando Tranquilino orando en el sagrado lugar de la Confesión de San Pablo, lo hallaron los paganos y lo apedrearon, el 6 de julio de 286.
Fuentes:
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Junio. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1862.
A 6 de julio además se celebra a Santa Ángela de Bohemia, virgen carmelita.