Revista Terror
FRANCIA, CANADÁ, 2008
TÍTULO ORIGINAL: MartyrsDIRECTOR: Pascal Laugier
PRODUCTOR: Richard GrandpierreGUION: Pascal LaugierREPARTO: Morjana Alaoui, Mylène Jampanoï, Catherine BéginDURACIÓN:99 minutosWEB: IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1029234/
VALORACIÓN: 9/10
BELLA CRUELDAD
En los últimos años ha ocurrido algo extraño en el cine de terror, a medida que el cine made in Hollywood iba cayendo poco a poco en un agujero oscuro falto de ideas donde abundan las quintas partes y los remakes, el cine francés ha ido resurgiendo con quizá pocas películas pero de muy buena calidad como es el caso de Martyrs.
Pocas cintas logran conjugar a la vez tantas emociones de forma tan natural sin que resulte forzado, simplemente te envuelven, pasas de susto al llanto, de la comprensión al desagrado sin que para nada se note fuera de tono.
Guion magnifico donde los haya, bien estructurado y llevado a cabo, con infinitos giros argumentales que hacen que sea totalmente imprevisible, desde ese inicio brutal donde se ve a una niña totalmente demacrada huir de una fábrica abandonada sabes que vas a ver algo fuera de lo normal y ese sentimiento no te abandona, se queda ahí, consiguiendo que no puedas ni pestañear para disfrutar del gran espectáculo que se desarrolla delante de ti.
Pocos diálogos, los justos diría yo muestran que mas vale una acción que mil palabras y las protagonistas lo llevan al extremo, nunca unas miradas dijeron tanto. Hacía tiempo que no veía unas actuaciones tan espectaculares, tan dramáticas y bien llevadas teniendo en cuenta que no son personajes nada fáciles los que les ha tocado.
Si buscáis terror igual no es la mejor opción, porque tal y como se concibe este en estos días no esta presente, pero eso no quiere decir que sea una pastelada, es salvaje como pocas y la sangre y el ambiente opresor y malsano esta impregnado en cada fotograma.
Sé que es una crítica bastante corta pero lo suficientemente larga para expresar lo grandiosa que es sin destriparla pues su mayor virtud es el factor sorpresa, no esperar nada de ella y dejar que te atrape. Imprescindible.