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Marxista (o un mal lunes lo tiene cualquiera)

Publicado el 19 enero 2012 por Alfonso

Un tutor de un centro adjunto a la Universidad de Cardiff, psicólogo y por más señas llamado Cliff Arnall, desarrolló hace unos años una fórmula matemática para determinar cuál era el peor día del año. Teniendo en cuenta el factor climático (W), los ingresos previstos (D), las deudas (d), el tiempo transcurrido desde la última Navidad (T) elevado al transcurrido desde el último intento fallido de eliminar un mal hábito, como por ejemplo: dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés... (q), el bajo nivel de las motivaciones del individuo (M) y la necesidad de reaccionar, de actuar para cambiar la vida (Na), sin terminar de ese puso manos a la obra y resolvió que:
MARXISTA (O UN MAL LUNES LO TIENE CUALQUIERA)Vamos, que se podía predecir el día más triste de un año, y que este siempre caería en lunes, lo que permitía bautizarlo como el Blue Monday -a lo New Order-, el Lunes Triste -y azul, a lo Roberto Carlos-, y en enero, para ser más exactos. Así el año del descubrimiento, 2005, afirmó que era el 24 de enero; en 2006 sería el 23; el 22 en 2007... hasta llegar al actual 2012, en que coincidía de nuevo el 24 como lunes. Pero he aquí que por el camino algunos han pensado que en realidad la fecha funesta es el tercer lunes del primer mes -en realidad a esa conclusión se llegó en 2011-, y que este debería ser, haber sido, el día decimoséptimo: rigor científico ante todo. O un 2x1, el 17 y el 24, que diría un pesimista. Claro que cuando sabes que ningún compañero versado en números firmó el comunicado de prensa hecho a través de http://www.mentalhealth.org.uk -¿estamos todos locos?- que calculaba la fecha del día más deprimente del año y que el “estudio” fue financiado por la agencia de viajes Sky Travel, o te ríes o te desternillas.
Elucubraciones aparte, lo cierto es que los lunes suelen ser días desagradables y que gozan de mala fama: hasta a los que nacimos en uno de ellos nos cuesta defenderlos y ni aún diciendo que ello te predestina a ser madrugador y laborioso te salvas del repudio: ¡cuánto más fácil tienen la vida los nacidos en martes! Reciente tenemos, muy presente, el lunes del batacazo de Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008, el día en que caímos al pozo en el que seguimos, y a quién le importa saber que la semana ya había pasado del día en el que honramos a nuestro satélite cuando los aviones impactaron en el WTC: no conoce el occidental mayor depresión que la del domingo por la tarde, víspera tensa del fatídico día que le devolverá a la faena.
En todo caso, fuese el pasado día 16, como así se celebró, o este año se retrase y sea el cuarto, el 25, lo cierto es que hoy es jueves 19, que pilla justo en medio. Un día como otro... si obviamos el desastre económico del 29 de octubre de 1929, el Jueves Negro, aquel día del que mucho aprendimos y nada aprovechamos. Un día como otro, y bueno por tanto para declararme marxista, por ejemplo.
Cómo no caer rendido ante el hombre que dijo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados". Y es que Julius Henry Marx, Groucho para sus hermanos y todos nosotros, -¿qué otro Marx del siglo XIX se puede citar este XXI sin que se te hiele sonrisa?- era un hombre singular, que no necesita presentación, pero al que no está de más reivindicar de vez en cuanto, máxime estos días en que banqueros, mandamases y otras especies invertebradas escudan sus actos y palabrería en otra célebre frase del comediante: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. O cómo darle la vuelta a un calcetín, o chaqueta -lástima que Fraga Iribarne ya no nos pueda explicar ese truco- sin perder la compostura ¡ni la cartera! -la propia, se entiende, que no la ajena-. También lleva su firma -la de Marx, por favor- la de "Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo, y si responde "sí", ya sabes que es un corrupto". (En estas, se me ocurre mirar en un calendario perpetuo las dos fechas más importantes en la vida de Groucho y compruebo que una, el 2 de octubre de 1890, cayó en jueves, y la otra, el 19 de agosto de 1977, en viernes, así que diré que esto fue escrito en jueves porque en tal día nació tan lúcido neoyorquino: que coincidiesen ambas en lunes era de 1/49, la de una sola era de 1/7, así que mejor hacerse uno estadístico, que no estadista, nombre reservado a otros manipuladores, como el citado español de arriba y otros gritos populares.)
Ah, perdón, ¿lo del chiste de los martes?: es el mejor día porque es cuando más lejos estás del próximo lunes. Y sí, también conozco esa otra que dice: "Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente". Cliff Arnall, me temo que no. O bien que lo disimula: Helados Wall's, la que comercializa Frigo, entre otros, le encargó al lumbrera -entre pillos anda el juego- que no estaría de más que supiéramos cuál era el día más feliz del año, por eso de compensar: resultó ser el viernes inmediatamente anterior a la Noche de San Juan. ¿Alguien pensó que, haciéndose cargo de los gastos una heladería, sería en tiempo de guantes y bufandas?
Sirva este texto como homenaje a Groucho Marx un hombre que nació un jueves de otro mes, otro año, otro siglo, pero jueves al fin y al cabo: quién nos iba a decir que en el siglo XXI y aun huérfanos de tu agilidad verbal viviríamos de carcajada en carcajada.
MARXISTA (O UN MAL LUNES LO TIENE CUALQUIERA)Groucho Marx

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