«Logramos hacer el festival que queríamos» dijo Diego Trerotola sobre el séptimo Asterisco que transcurrirá gratis y online del 10 al 19 de noviembre. En la conferencia de prensa que ofreció el viernes pasado, el director artístico del encuentro cinéfilo LGBTIQ+ adelantó características de una entrega consecuente con tres propósitos centrales de esta iniciativa impulsada por él, la realizadora Albertina Carri y por el curador Fernando Martín Peña: representar la diversidad por fuera de las formas tradicionales, ofrecer una programación abarcable –a diferencia de aquéllas conformadas por cientos de películas– y garantizar la mayor inclusión posible.
«Ésta es la primera vez que Asterisco es totalmente gratuito» sostuvo Trerotola después de anunciar novedades de la nueva edición y de nombrar algunos de los 65 films elegidos. En este punto el también crítico de cine presentó el circuito de exhibición conformado por la plataforma Cont.ar, las salas virtuales del MALBA y del Centro Cultural Kirchner (aquí y aquí), La Filmoteca Online y por el sitio del festival.
Entre las innovaciones de la séptima entrega sobresale la incorporación de una competencia latinoamericana de largometrajes. «Nos dimos cuenta de que nuestra región está produciendo un cine LGBTIQ+ afín a lo que Asterisco siempre planteó, es decir, a la necesidad de desmarcarse de ciertas formas tradicionales de representación de la diversidad», explicó Trerotola. «Encontramos propuestas más bien experimentales, documentales con otras perspectivas, ficciones que trabajaban de manera novedosa» amplió antes de señalar producciones provenientes de Guatemala («por primera vez»), Perú, Uruguay, Chile y por supuesto Argentina.
A la hora de diseñar esta competencia, influyó el hallazgo de «películas territoriales» que reconocen la relación entre identidad, cultura, territorio o, en otras palabras, entre identidad, contexto (o situaciones coyunturales) y política. Por ejemplo, precisó Trerotola, «la comunidad trans que Mapacho retrata en la Amazonia peruana es muy distinta a aquélla que Canela retrata en Rosario».
Diego Trerotola en la conferencia de prensa que ofreció el viernes pasado, de manera virtual.Otra novedad: el séptimo Asterisco reinstaura la competencia de trabajos en proceso o work in progress, suspendida durante las ediciones que sufrieron el recorte macrista. Es más, recibirán un premio económico cuatro de los quince proyectos participantes.
El director artístico del festival también contó que batió records el centenar de cortos argentinos que se postularon en 2020. De los nueve seleccionados para la competencia correspondiente, unos cuantos fueron filmados en plena pandemia y todos les escaparon a «las narraciones canónicas del cine comercial». Por primera vez en la historia de Asterisco, el autor del film ganador recibirá un premio de 30 mil pesos.
Algunas de las películas programadas en esta séptima edición.«El resto de las secciones son las que venimos haciendo hace algunos años» afirmó Trerotola. La más fornida y ecléctica –La Piel que Habito– incluye un homenaje a Cuchillo de palo, «película pionera a la hora de representar la cuestión LGBTIQ+ en Latinoamérica, de cuyo estreno se cumplieron diez años y cuya directora –la paraguaya Renate Costa Perdomo– falleció el 29 de junio pasado«.
Entre las diecinueve producciones que conforman esta sección figuran tres argentinas recomendadas en Espectadores: Bernarda es la patria de Diego Schipani, El cazador de Marco Berger y El maestro de Cristina Tamagnini y Julian Dabien. También se encuentran El triunfo de Sodoma de Goyo Anchou, que a fines de octubre participó del vigésimo DocBuenosAires, Bajo mi piel morena de José Celestino Campusano y el corto Playback de Agustina Comedi. Atención, las ficciones nacionales competirán por el premio SAGAI a la mejor interpretación.
Tras la mención de Comedi, recordada por su opera prima El silencio es un cuerpo que cae, Trerotola celebró: «El cine LGBTIQ+ genera obras, no sólo películas aisladas, y Asterisco refleja estas continuidades».
El director artístico del festival también destacó la sección Monstruos Homoeróticos «que hace algunos años se llamó Vampiras lesbianas y otros monstruos homoeróticos» y que invita a «repensar películas negativas del pasado» y a erotizar la diversidad en principio monstruosa o aberrante. Asimismo señaló la categoría Pioneres Queer, dedicada a «autores no muy recordados ni por la cinefilia en general ni por otros festivales LGBTIQ+». En esta instancia recomendó la retrospectiva ¡BK & Basta!, consagrada al animador rosarino por adopción José María Beccaría, que falleció en mayo de 2014, y la ficción Primero yo de Fernando Ayala, basada en una idea de Héctor Olivera, con Alberto de Mendoza, María Vaner, Duilio Marzio, Marilina Ross «y con Eduardo Bergara Leumann en un cameo».
Trerotola definió la plataforma Cont.ar como la «sala central» del séptimo Asterisco. «Aquí estarán alojadas las películas de la competencia latinoamericana y la mayoría de aquéllas agrupadas en La Piel que Habito». En cambio las de Pioneres Queer se exhibirán en la sala delMALBA, «museo siempre disponible para este festival», y los cortos argentinos y de la Piel que Habito, en la sala virtual del CCK.
El séptimo Asterisco comenzará hoy a las 19 con la ceremonia de apertura que se transmitirá por Facebook y que Trerotola encabezará junto a Carri, Peña y la programadora Andrea Guzmán. Hasta entonces, los interesados pueden asomarse al festival a través del catálogo y de las grillas de funciones y actividades especiales.