Mas de la Rosa Vinyes Velles, el vino que nace con una historia de rebeldía.
Mas de la Rosa es un lugar, un vino, un paraje, una historia. Hay que irse a El Priorat y hay que trasladarse, como mínimo, a mediados del siglo XIX. Eso, que se tenga constancia, ya que seguramente deberíamos remontarnos mucho más atrás en el tiempo. Pero los primeros escritos son de esa época y allí debemos desplazarnos para empezar a contar esta historia.
Por entonces, Mas de la Rosa era una de las primeras masias de Porrera en las que se elaboraba vino y se sabe que incluso albergaba una iglesia dentro de sus tierras. Así lo afirma Josep Simó i Serres, que la mencionó en el libro ‘Crónica de Porrera 1865’ como “la casa de Muntaner, en la parte norte de Porrera… a 3 cuartos de hora de lo que ahora es la población…“
Pues bien, la casa en cuestión, además de sus extensos terrenos, sus ganados de ovejas, caballos y cabras y la ya nombrada iglesia, no tendría más misterio si no fuera por Rosa.
Cuenta la leyenda que Rosa, natural de Riudoms, era la esposa de Muntaner. Por entonces, crió fama de desobediente e inconformista, de ser una mujer “endiablada por su natural desenfreno”. Cómo sería dicha rebeldía que a ella se la acusa del incendió que destruyó casi la totalidad del mas, acto que seguramente llevó a cabo en un arrebato de indisciplina y que incluso provocó su propia muerte, ya que nunca más se supo de ella.
Esta es la historia oficial, aunque personalmente, quiero pensar en otra versión. Seguramente Rosa era una mujer con carácter. Nada más. Algo tan simple y tan poco aceptado en aquellos tiempos (hay que reconocer que algo hemos ganado). Harta de que le dijeran qué, cómo, cuándo y dónde tenía que aparecer o desaparecer; harta de que nadie organizara su día a día y harta de que cuatro o cuarenta machitos dirigieran su vida de principio a fin; decidió desaparecer y vivir la vida cómo mejor puede hacerse: libre. Y para hacerlo sin consecuencias fue drástica y prefirió pasar por muerta que seguir viviendo bajo el yugo de nadie.
Ahora, con el paso de los años, contar la historia de Rosa aporta un toque romántico a lo que de aquellas mismas tierras resurge a manos de Familia Torres, uno de sus vinos más preciados: Mas de la Rosa Vinyes Velles.
Manolo del ÁguilaMas de la Rosa Vinyes Velles ahora es el fruto de la recuperación y rehabilitación de la masia original. Miguel Torres Maczassek, quinta generación de la Familia Torres quedó embrujado por el terroir y la belleza del entorno. Tanto que entendió a la perfección la propuesta de Manolo del Águila, anterior propietario, cuando le dijo que no podía desvincularse de aquellas tierras. Miquel Torres no lo pretendió, es más, consideró que el conocimiento y la pasión que siempre había sentido Manolo por Mas de la Rosa resultaba imprescindible para este proyecto único. Se añadió el conocimiento del enólogo Jordi Foraster y, ¡manos a la obra! Así se empieza a trabajar en uno de los vinos más icónicos de la Familia.
La finca ocupa una superficie total de 13 hectáreas, de las cuales sólo tres son destinadas a viñedo, siendo 1,9 de las hectáreas viñas de más de 80 años plantadas en arduas laderas de suelo de pizarra orientadas al sol de la mañana. En total, 5.800 cepas viejas de cariñena y garnacha, con alguna intrusa de picapoll.
El proyecto de rehabilitación ha comprendido también la reconstrucción de la cubierta de la propia masia y la reorganización de los espacios con el máximo respeto posible, para lo que incluso se ha aprovechado parte del material original de construcción. De esta forma, se conservan los lagares originales donde en su día se almacenaba el vino en Mas de la Rosa. El piso superior, antes destinado a vivienda, se ha convertido hoy en espacio diáfano perfecto para ser una sala de catas única a pie de este singular viñedo.
Para Miguel Torres, “Mas de la Rosa es un paraje de una gran belleza, que me cautivó desde el primer momento. Nos ha dado la oportunidad de hacer un vino muy especial y nuestra responsabilidad como viticultores es cuidar de este tesoro y preservar su entorno y su historia”.
Miquel TorresDe Mas de la Rosa Vinyes Velles 2016 se han producido únicamente 2.059 botellas que fueron recibidas con grandes elogios por la crítica internacional, convirtiéndose en el primer vino de la Familia Torres en la DOQ Priorat que procede de un único viñedo singular. El destino de éstas fueron diferentes restaurantes gastronómicos con las que han conseguido añadir a sus bodegas un vino elegantísimo y exclusivo, lleno de carácter y frescura.
Mas de la Rosa 2016 de la DOQ Priorat se une a los vinos de calidad ya producidos en El Priorat por la Familia Torres como Perpetual y Salmos. Quizá, en un futuro, veamos también nacer un nuevo vino surgido de la que hoy es una plantación experimental en una de las zonas más altas del territorio: Els Tossals de Porrera, a 746 m. de altura.
Pero eso será otra historia.