ATENCIÓN: esto fue una broma con motivo del Día de los Santos Inocentes
Como habréis notado los habituales, el blog se actualiza últimamente con muy poca frecuencia y esto no se debe a la presión del trabajo en la vida real ni a las tareas reproductivas, sino a la desgana. Es así, qué le vamos a hacer. Estoy cansado. Sobre todo estoy cansado de los dinosaurios. De hecho, he llegado al punto en que me tocan mucho los cheurones los dinosaurios. Los odio. Os odié a vosotros cuando en aquella encuesta sobre los temas que más os gusta ver tratados aquí, la mayoría dijísteis "más dinosaurios". Lo mismo ocurre en Plasticosauria. Tengo cocodrilos caníbales, serpientes cabezonas, interesantísimos dragones, lagartos absurdos, monstruos de varias cabezas... pero queréis más dinosaurios. Los nenes quieren dinosaurios. No soporto tener lectores tan infantiles, y siento ser así de sincero.
¿Qué queréis? Queréis que esté todas las semanas escribiendo cosas como: "Hallan en Pedrasquillo del Hoyo un nuevo dinosaurio saurópodo igualito a todos los otros miles de puñeteros dinosaurios saurópodos, pero con el fémur más gordo. Los restos, muy incompletos, constan de un fémur gordo. Ha sido bautizado Pedrasquillodelhoyosaurus fernandezi" en honor al señor Crescencio Fernández, dueño de la finca en la que se halló el fémur gordo."
No, no puedo más con esto. Voy a reflexionar sobre el futuro del blog en los próximos meses y ya veremos. Mientras tanto dedicaré el escaso tiempo libre a mis auténticas pasiones: el deporte, las insignias militares, y el movimiento 15M. Sí: colaboro en la asamblea de mi barrio dando abrazos para interrumpir (de buen rollo) a los ciudadanos que se pasan un poco en su turno de palabra o empiezan a decir demasiadas idioteces. También repartía dinosaurios de goma sobrantes a los niños de un hospital, pero eso se acabó.