Ser ciudadano de un país gobernado por desastrosos gestores, que además son deshonestos, pasan olímpicamente de la opinión y las protestas del pueblo y califican de terrorista a quien discrepa, es una desgracia, pero ver que hay ciudadanos de otros países que están más o menos aceptablemente gobernados provoca unos ataques de envidia y cabreo difíciles de superar.
El gobierno británico del Sr. Cameron ha dejado claro que en caso que en referéndum los escoceses se decidan por la independencia, y se inicien negociaciones para establecer sus condiciones, el Reino Unido garantizará el pago de toda la deuda externa, tanto la deuda escocesa como la parte equivalente de la deuda total del Reino Unido que pudiese corresponder a una Escocia independiente, aunque el importe y reparto de esta deuda será una de las cuestiones a negociar en el eventual proceso hacia la independencia.
El 23 de septiembre 2013 colgué una nota titulada COMPARACIÓN TERRIBLEMENTE ODIOSA II, continuación de otra donde comparaba la inteligente política que el gobierno Cameron estaba aplicando al problema planteado por la independencia de Escocia con las burradas que hacía y sobre todo lo que no hacía el gobierno Rajoy en relación con el mismo problema en Catalunya. En dicha nota expliqué que a pesar de que en relación con la eventual independencia de Catalunya se decían muchas tonterías a favor y en contra, prácticamente nadie mencionaba el que probablemente sería el principal obstáculo para dicha independencia: la deuda externa, que en el Reino Unido si habían analizado conjuntamente los gobiernos de Edimburgo y Londres hasta concluir que se trataba del principal obstáculo a la independencia.
Con esta importante declaración lo que el gobierno Cameron pretende no es facilitarle la independencia a Escocia sino asegurarse que ante la proximidad del referéndum los mercados financieros no van a castigar la deuda externa del Reino Unido y/o de Escocia. En contraste, con frecuencia Rajoy y/o sus chicos manifiestan que el independentismo catalán empeora todavía más la recuperación de la economía, y lógicamente los agentes financieros toman buena nota.
Los británicos actúan de una manera que los gobiernos de España no han usado nunca, y muchísimo menos el de Rajoy, seguramente porque ni se les ocurre que se pueda funcionar así, es decir, piensan, prevén, toman decisiones inteligentes y las ejecutan, ¡Lo nunca visto en España!.
Es una lástima que al final de la Guerra de Sucesión los británicos solo se quedasen Gibraltar y Menorca, y no anexionasen también Catalunya, sin devolverla después como ocurrió con Menorca. Entre otras razones, porque si así se hubiese desarrollado la historia, hoy el problema catalán sería tratado de forma civilizada, honesta e inteligente, cuando hoy sufre exactamente lo opuesto a estas tres cualidades.
Mientras el gobierno Cameron demostraba que su nivel de honestidad es al menos suficiente, Rajoy en Washington demostraba, entre otras cosas, que, aparte el castellano, su dominio de los idiomas no incluye ni el gallego. Aunque también es cierto que de todos los presidentes que ha tenido el gobierno desde la transición el único que hablaba idiomas, e inglés en concreto, fue el más breve: Leopoldo Calvo Sotelo, porque Aznar empezó a hablar inglés primero de manera aceptable y finalmente muy bien cuando ya no era Presidente.
La caverna mediática lanzó las campanas al vuelo porque, según ellos, Obama hizo un encendido elogio de la gestión de Rajoy. Incluso La Razón y ABC coincidían en sus portadas del martes 14 en que Obama había afirmado que Rajoy demostraba un “Gran Liderazgo”. Todo mentira, por otro lado lo normal en unos medios que han vulgarizado la falsedad. Lo que Obama dijo, después de efectivamente afirmar que las medidas tomadas por Rajoy habían estabilizado la economía y reducido el déficit, lo que había permitido regresar a los mercados, fue “and this reflects some leadership”, que se puede traducir por “y eso refleja ciertamente liderazgo”, ni grande ni inmenso, ni fantástico ni maravilloso, simplemente liderazgo, que a un Presidente de gobierno se le supone, y aunque el que cometió el error al usar el calificativo Gran fue el interprete (aportado por cierto por la embajada española) que traducía al castellano lo que decía Obama, me imagino que en la caverna mediática habrá alguien que sabe inglés. Creo que deberíamos cambiar el mote de la caverna mediática por el de la caverna falsaria, porque ya no se trata simplemente de que mientan, es que no dicen la verdad ni por casualidad, y el mismo martes 14 tuvimos otro buen ejemplo de su incapacidad de decir algo que ni tan solo se parezca a la verdad cuando, después que la policía en Burgos informase que todos los detenidos en los incidentes del barrio Gamonal, más de 40, eran de Burgos y alrededores, toda la caverna falsaria sin excepción seguía refiriéndose a los elementos terroristas, subversivos y anti-sistema venidos de fuera de Burgos que habían provocado las manifestaciones.
Pero hay todavía más mentiras, porque el gran éxito de la visita es en sí una mentira. Hay un claro indicador de la importancia que la propia Presidencia de los U.S.A. concede a cualquier acto, dentro o fuera de sus fronteras, que involucre al Mandatario de los U.S.A., y es la cobertura que del acto hagan los medios de comunicación norteamericanos, cobertura sobre la que la Casa Blanca tiene cierta influencia, y resulta que la visita de Rajoy ha pasado totalmente inadvertida para la práctica totalidad de la prensa norteamericana. El martes 14 llevé a cabo un test clarificador. Entré en la página web de The New York Times e hice una búsqueda del nombre Rajoy. El resultado fue que la última vez que el periódico había mencionado tal nombre había sido el 27 de diciembre 2013 con motivo de una noticia sobre el escándalo de la UGT de Andalucía, y no figuraba referencia alguna, ni la más mínima, a su entrevista con Obama. El miércoles 15 repetí el test por si las moscas con el mismo resultado.
Para complementar las razones por las que la envidia me corroe voy a explicar algo que ocurrió hace tiempo, pero que es indicativo de los muchísimos años luz de distancia que separan a Rajoy de ser un gran líder o gestor, de hecho ni tan solo mínimamente aceptable. En los años 80 fui director de la División Internacional de Bankunión, con Isidre Fainé de Director General. Hace años que Isidre habla un inglés excelente pero entonces a duras penas lo chapurreaba, pero a pesar que Isidre siempre ha trabajado como un chino (son los chinos los que trabajan muchísimo y no los negros) dedicaba bastantes horas semanales al aprendizaje del inglés y aprovechaba absolutamente todas las oportunidades que se le presentaban para practicarlo, hasta el extremo que en algunos viajes que hicimos él y yo a los U.S.A. en que recorrimos parte del país visitando bancos, siempre que tomábamos un vuelo interno para desplazarnos a otra ciudad me decía que debíamos evitar sentarnos juntos en el avión porque así él podría practicar el inglés con su vecino. Entonces todavía se hacía cola con el billete en la mano en la misma puerta de embarque donde asignaban los asientos, y lo que hacíamos era que yo me situaba en la cola un par de metros detrás suyo, y desde mi posición miraba al pasajero que estaba haciendo cola delante de Isidre porque era el que tenía más probabilidades de ser su vecino y lo compadecía, porque en cuanto se sentaban y antes incluso que el avión se moviese Isidre le decía con marcado acento hispano-catalán “Good Morning. My name is Isidre Faine from Barcelona, Spain. How are you today?”, y a partir de ahí seguía una clase práctica de ingles de la misma duración que el vuelo.
Isidre realizó ese gran esfuerzo porque era consciente de la necesidad de dominar idiomas, en especial el inglés. Rajoy ni se entera, solo aprendió de memoria las leyes y normas del decimonónico sistema de Registro de la Propiedad de España, y para eso no hacen falta idiomas, pero entonces…¿A quién se le ocurrió ponerlo de Presidente?. Por cierto es una lástima que no intercambiasen papeles porque aunque me sabría mal que con Rajoy La Caixa estuviese quebrada, con Isidre de Presidente del gobierno la tasa de desempleo estaría por la mitad de la actual.
Lo de la Infanta Cristina ya ni lo menciono. Cachondeo hispano subido y sistema judicial para tirarlo directamente al vertedero de basuras, junto a otras cosas….