Revista Cine
Sam Grunion, detective privado, lleva años tras la pista del famoso collar de diamantes Romanov, al igual que la bella y sin escrúpulos madame Egelichi, pero esta está muy cerca de conseguirlos, ya que va a una tienda de ultramarinos donde, ocultos en una lata de sardinas, llegarán las joyas. Pero en su camino se interpone Harpo, un vagabundo que trabaja para una compañía de teatro sin un dólar, que coge la lata como si fuera una lata de sardinas normal. Egelichi y sus sicarios, los hermanos Zoto, seguirán la pista del simpático ladrón dispuestos a encontrar el collar a cualquier precio. Originalmente el argumento del film estaba pensado solamente para Harpo, que es el protagonista, pero al final, por petición de los productores, acabaron participando Chico y, en menor medida, Groucho. Este último, ya sin el bigote pintado y la levita, era el que mejor llevaba su carrera en solitario, había protagonizado Copacabana (Alfred E. Green, 1947) al lado de Carmen Miranda y Steve Cochran, y se había convertido en un personaje de masas presentando el programa-concurso radiofónico You Bet Your Life, en la ABC, que más tarde triunfaría en la cadena de televisión NBC. Aunque se retiraron oficialmente con Tienda de locos, y regresaron por dinero en Una noche en Casablanca, la última aparición como los Hermanos Marx, aunque apenas aparecen juntos en un solo plano, ya que Groucho solo hace en tres escenas bien definidas a modo de narrador. Años más tarde volverían a la gran pantalla juntos pero no revueltos, en La historia de la humanidad (Irwin Allen, 1957). El film carece de interés, ya que la historia es desaprovechada a favor de la aparición de los tres hermanos, Harpo es claramente el protagonista, mientras que los papeles de Chico y Groucho son completamente prescindibles. Este poco valor se hizo perceptible incluso durante el rodaje, ya que tuvieron muchos problemas de financiación, por ejemplo la secuencia de la persecución por los tejados tan solo se ideó para recaudar fondos de los diferentes anunciantes que aparecen en los brillantes rótulos de neón. La faceta interesante del film tan solo reside en las apariciones de dos grandes actores, en aquellos muy jóvenes, Marilyn Monroe, como cliente del detective Grunion, y Raymond Burr, como uno de los hermanos Zoto. Lamentablemente, este film fue un triste final para la carrera cinematográfica de los hermanos, forzados por los productores y desaprovechando una buena historia, siendo sin duda la peor película de todas. Groucho tuvo poco tiempo y malas réplicas para hacer sus brillantes comentarios, y Chico está desvirtuado y se nota que los años le habían pasado factura, el que aguanta el estilo, y a la vez el film, es Harpo que siguió haciendo de las suyas, pero sin la buena compañía de sus hermanos el resultado era más bien mediocre.Valoración: 2/5