Revista Educación

Más religión en la Escuela Pública, más retroceso!

Por Indignado @gritopoliticoes

Con la llegada de la nueva reforma educativa del Gobierno  -la LOMCE-, el asunto religioso en las aulas ha vuelto a resurgir. La problemática decisión del Ministro Wert de recolocar la asignatura de religión en la base de la pirámide educativa como hace 40 años, sumada a otras reformas cuanto menos cuestionables, han despertado la alarma de la comunidad educativa y de la sociedad en general.

Ni huelga general educativa del 9 de mayo ni el rechazo generalizado de todos los actores del sistema educativo y político, a excepción del grupo que sustenta al Gobierno, ha servido para que éste de un paso atrás y retire o reestructure esta contrarreforma educativa que nos retrotrae a la España de blanco y negro, pudiendo reabrirse heridas que parecen estar cicatrizadas.

Con la LOMCE, la religión pasa a tener el mismo valor que las asignaturas troncales, es decir, las básicas, y contará a efectos de nota para beca y repetición de curso. Pero aunque se mantenga como optativa, será evaluable tanto ésta como su ‘alternativa’, que será  ’educación en valores’ cuyo contenido todavía desconocemos. En definitiva, la Conferencia Episcopal logra su máxima y consigue que el crucifijo tenga la misma ‘utilidad’ que una calculadora en lo que hasta ahora era la Escuela Pública.

religión en las aulas

¿Cómo en un estado aconfesional y en el siglo XXI puede equipararse la religión en la escuela pública a asignaturas tan básicas y esenciales como Lenguaje o Matemáticas? ¿Cómo va a tener el mismo valor la vida de un ser imaginario que la necesidad de aprender a escribir, leer o convivir?

La nueva escuela va a educar fieles y no ciudadanos, probablemente vulnerando los artículos 17 y 27 de nuestra Constitución. Atrás queda aquello de “Estado Aconfesional”, porque en un Estado no confesional como el nuestro, si impartes religión como opción en la Escuela Pública, ofertas todas las religiones practicadas en el país, con la libertad que las familias escojan cuál prefieren para sus hijos, o directamente no ofertas religión, que es la opción más adecuada.

La religión ha de estar excluida del curriculum escolar. Quien quiera conocerla tiene Iglesias para ello, lo pienso yo y un 70% de los españoles. La Escuela Pública es un lugar de aprendizaje en conocimientos y no un lugar de adoctrinamiento o imposición de dogmas religiosos. En una sociedad avanzada como la actual donde nacemos libres sin apenas ataduras y sin adoctrinamiento religioso, no se nos puede imponer el pensamiento arcaico de una organización de dominación como es la Iglesia. La asignatura de Historia ya nos enseña que existen religiones, ahora quien quiera profundizar en ellas tiene templos y otros mecanismos. La escuela pública no puede convertirse en un lugar de veneración ni culto religioso, sino más bien de culto al conocimiento.

Nuestro sistema educativo  no va avanzar mientras se esté apostando por catolicismos. Lo que necesitamos son más becas, más profesores y más investigadores. Es hora de romper los acuerdos con la Santa Sede y ser garantes de la aconfesionalidad de nuestro Estado actuando de acuerdo a la nueva sociedad. Es necesario dar este paso y abandonar las dependencias con quienes no aceptan a la sociedad abierta y plural del momento.

Es de sentido común. Mejorar nuestro sistema educativo y por ende el futuro de la sociedad, no pasa, ni de lejos, por esta reforma.


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