Revista Cocina

Masa quebrada para quiche dulce

Por Paloma Alós @eltercerbrazo

)

¿Qué es una quiche? Una tarta salada de origen francés que se elabora con una mezcla de huevos y nata (Quiche Lorraine), que se dispone sobre una base de masa quebrada.

La receta se ha popularizado tanto que -desde que naciera la primera quiche en Lorena (Francia)- hasta hoy, se ha reinventado de mil formas distintas, en dulce y en salado, con todo tipo de rellenos. Eso sí: la masa quebrada como base, es imprescindible para cualquiera de ellas. Esta masa se denomina así porque una vez horneada tiene la singularidad de que se rompe con facilidad, en una textura quebradiza, con un alto porcentaje en grasa (mantequilla), que le confiere un sabor inigualable… que de vez en cuando uno debe permitirse un capricho, no?

;)

Hay varias opciones para hacer esta masa, técnicamente hablando, así como posibilidad de añadir algún ingrediente a la misma para conseguir que resulte aún mejor su sabor según el relleno que vayamos a emplear (como hice en la receta de la quiche de alcachofa y kéfir de cabra al pimentón, donde puse pimentón a la receta para masa quebrada salada).

De todas esas opciones posibles y destinada a rellenos dulces, yo he aprendido a hacer esta masa quebrada para quiche dulce. La encuentro fácil y muy sabrosa. Seguro que se puede hacer mejor… pero para quienes preparamos recetas caseras, creo que no es necesario que nos compliquemos más la vida. Aquí os dejo la receta, totalmente manual o ayudados de un robot, un Tercer Brazo… como elijáis! Y también un vídeo, para que os percatéis de que todo es ponerse y vale la pena! Espero que os sirva!

Ventajas de hacerlo con Thermomix

Lo que más cuesta en esta receta es mezclar la mantequilla con la harina. Nuestro Tercer Brazo lo hace en 3 segundos ¡Y no es un decir!

Receta Masa quebrada para quiche dulce

Según la forma tradicional

Ingredientes (para una quiche de 25 cm diámetro aprox)

50 g de azúcar glas
250 g harina de repostería
125 g de mantequilla fría cortada a dados
1 huevo grande (ó 2 pequeños)
45/50 g aproximadamente de agua muy fría
1 pellizco de sal

Preparación

Mezclamos la mantequilla con la harina ayudándonos con las puntas de los dedos, hasta que obtengamos una masa arenosa, como si estuviera formada de pequeñas escamas. Reservamos.

Dehacemos el azúcar en el huevo batido y derramamos la mezcla en la harina reservada. Añadimos un chorro de agua y removemos con cuidado con la idea de que vaya ligando. Iremos añadiendo agua poco a poco hasta formar una bola con la masa y si vemos que podemos compactarla con menos agua de la señalada, tanto mejor (cada harina tiene una capacidad de absorción de humedad, por eso la cantidad es aproximada).

Nota: Es muy importante no amasar, por lo que debemos manipular la masa lo menos posible. Esto se hace para evitar la formación de gluten, a fin de que la masa no se retraiga en el momento de hornear.

Una vez formada la bola de masa, la envolvemos en film transparente para que nos resulte más fácil su manipulación y no se nos pegue en el banco. La aplastamos con las manos hasta formar una base plana, que será la base de nuestra quiche. La envolvemos toda con film transparente y la introducimos en la nevera, dejándola reposar durante una hora.

Mientras tanto, forramos el molde con papel vegetal para hornear y en los lugares donde no llegue el papel, untamos con mantequilla para que no se pegue la masa.

Precalentamos el horno a 180ºC.

Pasada la hora de reposo de la masa, la sacamos y la terminamos de aplanar con ayuda de un rodillo. Acoplamos el disco aplanado de masa en el molde, dejando que suba al menos un dedo de alto por las paredes de los bordes.

Pinchamos con un tenedor toda la superficie de la masa, para que no suba cuando la horneemos.

Ponemos una hoja de papel vegetal sobre dicha superficie y la cubrimos con legumbres (se suelen usar garbanzos o habichuelas) para que hagan la función de peso y asegurarnos de que la masa permanecerá igual de fina cuando haya terminado la cocción.

Metemos en la parte baja del horno, a 180ºC, durante unos 15 o 20 minutos.

Sacamos, retiramos las legumbres y el papel de hornear y ya tenemos la masa para nuestra quiche dulce.

Nota: Si vamos a poner el relleno para seguir horneando (gratinar, normalmente), no hace falta que la masa esté perfectamente cocida, porque se terminará de hacer en ese momento. Pero si vamos a colocar ingredientes “fríos” que ya no pasarán por el horno, entonces quizá deberemos dejar la masa unos minutos más hasta que esté cocida completamente (como 1/2 hora en total). Nota: La masa que nos haya podido sobrar, se puede guardar congelada sin ningún problema. Cuando la vayamos a usar, descongelaremos y gastaremos normalmente.

Receta Masa quebrada para quiche dulce

Adaptación a Thermomix

Masa quebrada para quiche dulce
1 hora 30 min, contando con la hora de reposo de la masa

Ingredientes (para una quiche de 25 cm diámetro aprox)

50 g de azúcar
250 g harina de repostería
125 g de mantequilla fría cortada a dados
1 huevo grande (ó 2 pequeños)
45/50 g aproximadamente de agua muy fría
1 pellizco de sal

Preparación

1.- Ponemos el azúcar en el vaso y programamos 1 min/vel progresiva 5-10. Ya tenemos el azúcar glas. Sacamos y reservamos.
2.- Sin limpiar el vaso, introducimos la harina y la mantequilla. Le damos 3 veces al botón Turbo (un segundo cada vez).
3.- Incorporamos a la mezcla el pellizco de sal, el azúcar reservado y el huevo. Ponemos en marcha la función balanza y añadimos al conjunto 40 g de agua fría. Mezclamos a vel 6, sin tiempo, mirando a través del bocal que liga la masa. Si vemos que es necesario, añadimos un chorrito más de agua. Cada harina tiene una capacidad de absorción de humedad, por eso la cantidad de agua es aproximada.
4.- Sacamos del vaso y formamos una bola con la masa.

Nota: Es muy importante no amasar, por lo que debemos manipular la masa lo menos posible. Esto se hace para evitar la formación de gluten, a fin de que la masa no se retraiga en el momento de hornear.

5.- Una vez formada la bola de masa, la envolvemos en film transparente para que nos resulte más fácil su manipulación y no se nos pegue en el banco. La aplastamos con las manos hasta formar una base plana, que será la base de nuestra quiche. La envolvemos toda con film transparente y la introducimos en la nevera, dejándola reposar durante una hora.
6.- Forramos el molde con papel vegetal para hornear y en los lugares donde no llegue el papel, untamos con mantequilla para que no se pegue la masa. Cuando falten 10 minutos para la hora que la bola de masa debe permanecer en la nevera, precalentamos el horno a 180ºC.
7.- Pasada la hora de reposo de la masa, la sacamos y la terminamos de aplanar con ayuda de un rodillo. Acoplamos el disco aplanado de masa en el molde, ocupando al menos un dedo de alto por las paredes de los bordes del molde.
8.- Pinchamos con un tenedor toda la superficie de la masa, para que no suba cuando la horneemos. Luego, ponemos una hoja de papel vegetal sobre dicha superficie y la cubrimos con legumbres (se suelen usar garbanzos o habichuelas) para que hagan la función de peso y asegurarnos de que la masa permanecerá igual de fina cuando haya terminado la cocción.
9.- Metemos en la parte baja del horno, a 180ºC, durante unos 15 o 20 minutos.
10.- Sacamos, retiramos las legumbres y el papel de hornear y ya tenemos la masa para nuestra quiche dulce.

Nota: Si vamos a poner el relleno para seguir horneando (gratinar, normalmente), no hace falta que la masa esté perfectamente cocida, porque se terminará de hacer en ese momento. Pero si vamos a colocar ingredientes “fríos” que ya no pasarán por el horno, entonces quizá deberemos dejar la masa unos minutos más hasta que esté cocida completamente (como 1/2 hora en total).

Nota: La masa que nos haya podido sobrar, se puede guardar congelada sin ningún problema. Cuando la vayamos a usar, descongelaremos y gastaremos normalmente. Consulta el artículo de “Nutrición y salud”: Carbohidratos

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas