Revista Salud y Bienestar

Masaje deportivo: precompetición

Por Fcv
El ejercicio y la actividad física son esenciales para una buena salud pero, como todo en esta vida, en exceso   son perjudiciales. El deporte profesional y la alta competición no tienen nada de bueno para la salud, sino más bien lo contrario. Dejando de lado los efectos orgánicos y a largo plazo que tiene el agotamiento continuo del cuerpo, el deporte genera tal variedad y recurrencia de lesiones, alteraciones y problemas que prácticamente se han desarrollado ramas específicas de la fisioterapia y el masaje para las lesiones deportivas.
Una de las técnicas surgidas en este marco es el masaje deportivo. Es un tipo de masaje general que recorre toda la musculatura y que no trata lesiones ya surgidas, sino que es preventivo y de mantenimiento. Tenemos tres modalidades de masaje deportivo, según en qué momento se dé respecto a la actividad física: precompetición, hora cero y postcompetición. Esta entrada se centrará en el primero.

Masaje deportivo: precompetición

Masaje a un atleta durante los entrenamientos.

El masaje deportivo de precompetición es un tratamiento manual que se anticipa a una actividad física intensa y prepara el tejido blando para acometerla sin lesiones. Es parecido a un calentamiento, pero trabaja más a fondo y concienzudamente.
Hay técnicas de descarga y también tonificantes; los músculos se irrigan y nutren, los tendones se flexibilizan. Si hay pequeñas contracturas o agarrotamientos se disuelven; se despierta el metabolismo y se pone en alerta todo el sistema motor. Es lo más adecuado antes de un partido que se prevé muy activo, una jornada dura de ciclismo o montañismo, una carrera larga, un torneo de artes marciales o, por qué no, una jornada laboral agraria o en almacenes que vaya a ser especialmente agotadora. En resumen, para cualquier situación que vaya a suponer, incluso estando en buena forma y practicando ejercicio habitualmente, un notable pico de actividad.
Lo idóneo es recibir este masaje unas pocas horas antes de la actividad. Según necesidades y circunstancias puede hacerse también el día anterior o aun dos días antes, pero es preferible que no sea ni demasiado antes ni demasiado cercano al ejercicio. Si la actividad va a ser por la mañana, el final de la tarde anterior es el mejor momento; y si el deporte va a ser por la tarde, ese mismo día por la mañana.

Masaje deportivo: precompetición

Un futbolista.
La periostitis tibial es una de sus lesiones "favoritas".

Este masaje es de una duración media, ni corto ni largo, aproximadamente una hora. Se tocan todas las zonas: espalda, brazos, piernas y tronco, y se evita descargarlas tanto que vayan a estar faltas de tono. El objetivo del masaje es claro: prevenir lesiones. Evitar contracturas, tendinitis, esguinces y roturas, así como el cansancio. Hay mayor resistencia a la fatiga durante el ejercicio y después del mismo no hay tanto abatimiento. El cuerpo está preparado para responder mejor durante y después del esfuerzo.

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