Masticar mucho los alimentos podría ayudar a ingerir menos cantidad de alimentos y menos calorías, según un estudio realizado en China, ya que se promueve un mayor estado de saciedad y se alteran las hormonas que regulan en apetito.
El estudio en cuestión demostró que “los obesos tenían una mayor tasa de ingestión y masticaban menos veces por cada gramo de comida" y que “entreteniendo la comida en la boca durante 40 dentelladas el consumo de calorías era un 11,9% inferior que cuando sólo masticaban 15 veces”.Podemos ver entonces que no solo es importante lo que se come, si no que también cómo lo comemos. El estudio concluye que masticar poco es un factor de riesgo para la obesidad. Quizás en un futuro las intervenciones para mejorar la masticación podrían convertirse en una buena herramienta para combatir problemas de sobrepeso.