Andrew Dominik demuestra ser un director de mucho talento en éste, su tercer film. Y es que Mátalos suavemente (‘Killing Them Softly’), no es otra película más de asesinos, gángsters, capos y golpes a casinos, donde las balas vuelan sin ton ni son.
En esta cinta, los citados antes dejan de lado aquel cliché de “disparar antes de preguntar”, dando más importancia al diálogo que a los proyectiles (aunque se acaben disparando igualmente). Esto no significa que no haya escenas “duras”, que las hay, pero también podemos ver grandes alardes visuales en otras muchas, como la brillante utilización que se hace de la cámara lenta.
Sin duda Dominik sabe cuáles son los ingredientes para hacer que la sensación de suspense y tensión no decaiga en ningún momento. Pero no solo es fantástica la dirección de la película, cuyo trasfondo se aleja de un mero ajuste de cuentas de la mafia, también lo es el reparto escogido para ella.
Brad Pitt ya nos tiene acostumbrados, no defrauda y ofrece una gran actuación en el papel principal. Poco más se puede decir de este actor que ya se ha convertido en una garantía cinematográfica (en calidad y también en taquilla); pero sí de sorprendentes actores menos conocidos como Scott McNairy y Ben Mendelsohn, entre rostros más televisivos como los de Richard Jenkins, Ray Liotta o James Gandolfini (‘Los Soprano’). Guión, personajes y dirección hacen de esta película una buena recomendación para gastar algo de tiempo libre.
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