Revista Cultura y Ocio
“Maureen era nuestra adorada madre, abuela y bisabuela. Falleció en paz rodeada por su querida familia, que celebraba la vida que ella había tenido escuchando la banda sonora de su película favorita,
‘El hombre tranquilo’.”
(Comunicado enviado por la familia de Maureen O’Hara
a los medios de comunicación estadounidenses)
El pasado 24 de octubre el séptimo arte se entristecía de nuevo. Maureen O’Hara, uno de sus más extraordinarios personajes femeninos, se nos trasladaba, a sus 95 años de edad, a su propia estrella, muchos dicen que en la mismísima Innisfree.
Como Maureen FitzSimons venías al mundo el 17 de agosto de 1920 en Ranelagh, un suburbio de Dublín, Irlanda. Eras la segunda de los seis hijos de Marguerita Lilburn FitzSimons, consumada contralto, y Charles FitzSimons, propietario de un negocio en Dublín.
Desde bien temprano demostraste buenas aptitudes para el deporte y para la actuación. A los 14 años eras aceptada en el prestigioso Abbey Theater, y comenzabas ya a perseguir tu sueño del teatro clásico y el canto operístico.
Tu primera prueba de cámara para Hollywood no resultó demasiado bien…
“¡Me parecía a Mata Hari!”
Prueba que te llevó, sin embargo, a tu debut a toda pantalla, en 1938 y a las órdenes de Walter Forde, en “Kicking the moon around”, un musical británico también conocido como “Millionaire Merry-Go-Round” en el que interpretabas, aún como Maureen FitzSimons, el papel de secretaria.
Ese mismo año rodabas “My irish Molly”, película en la que aún figurabas como Maureen FitzSimons y en la que compartías cartel con Tom Burke y con la actriz infantil Binkie Stuart.
El actor Charles Laughton y el productor Eric Pommer supieron ver tu talento, firmándote un contrato con su productora Mayflower Pictures. Eso sí, tu apellido fue cambiado por el que todos conocemos: O’Hara.
Y junto a Charles Laughton en el reparto, y bajo la dirección de Alfred Hitchcock, protagonizabas en 1939 “Posada Jamaica”, hoy clásico del cine en el que tú interpretabas a la guapísima Mary de una historia que estaba basada en la novela homónima de Daphne Du Maurier.
Ese mismo año dabas vida a la protagonista de otra novela clásica: “Nuestra Señora de París” de Victor Hugo. En “Esmeralda, la zíngara” compartías de nuevo cartel con Charles Laughton, aquí en el papel de Quasimodo. El éxito de esta película llevó a su productora, la RKO, a comprarle tu contrato a la Mayflower Pictures.
Llegaban después para ti otros títulos cinematográficos como “Nota de divorcio”, “Dance, girl, dance” o “They met in Argentina”…
… y en 1941 eras dirigida por vez primera por John Ford en “¡Qué verde era mi valle!”, historia basada en la novela homónima de Richard Llewelyn, que protagonizabas junto a Walter Pidgeon, Anna Lee, Sara Allgood, Barry Fitzgerald y unos maravillosos Donald Crisp y Roddy McDowall.
En 1942 eras Mary Carter en “Rumbo a las playas de Tripoli”, Carolyn Bainbridge en “Diez héroes de West Point”…
… y Lady Margaret Denby en “El cisne negro”, junto a Tyrone Power y dirigidos por Henry King en una historia cinematográfica basada en la novela homónima de Rafael Sabatini.
Un año después compartías protagonismo con Henry Fonda en “El sargento inmortal”…
… con Charles Laughton, de nuevo, en la preciosa “Esta tierra es mía”…
… en 1944 dabas vida a la mujer de William F. Cody (Joel McCrea) en “Las aventuras de Buffalo Bill”…
… y en 1945 eras la Condesa Francesca en “Los piratas del mar Caribe”, junto a Paul Henreid.
Ya en 1947 interpretabas a Shireen en “Simbad, el marino”, compartiendo cartel con Douglas Fairbanks, Jr. y Anthony Quinn.
Este mismo año dabas vida a Doris Walker en “De ilusión también se vive”, una de las historias navideñas más entrañables y clásicas de la gran pantalla, donde aparecías junto a John Payne, un maravilloso Edmund Gwenn y una mágica Natalie Wood.
Y en 1948 eras Tacey King en “Niñera moderna”, historia que protagonizabas junto a Clifton Webb y Robert Young.
Iniciabas 1949 con “Un secreto de mujer”, bajo la dirección de Nicholas Ray y junto a Melvyn Douglas y Gloria Grahame…
… después eras Elizabeth Cooper en “Papa fue un defensa”, junto a Fred McMurray y, de nuevo, Natalie Wood…
… y cerrabas 1949 con “Bagdad”, dando vida a la Princesa Marjan y compartiendo cartel con Vincent Price.
Comenzabas la década de los años 50 como Katie Howard en “Orgullo de comanche”, como la Condesa D’Arneau en “Trípoli”…
… y como Mrs. Kathleen Yorke en “Río Grande”, primera de tus películas protagonizadas junto a John Wayne en la que, además, erais dirigidos por vez primera por John Ford, aunque los dos habíais ya trabajado por separado bajo su dirección.
Eras después la Princesa Tanya en “Los hermanos Barbarroja”; Claire, la hija de Athos, en “Los hijos de los mosqueteros”; y Dell McGuire en “La ley del látigo”…
Y en 1952 llegaba el papel por el que eres más recordada, un personaje que supiste hacer tuyo y que permanecerá por siempre jamás en la historia del cine…
Estamos hablando, claro está, de tu extraordinaria Mary Kate Danaher de “El hombre tranquilo”.
Y de Sean Thornton, Michaleen Oge Flynn y Will Danaher… O lo que es lo mismo, John Wayne, Barry Fitzgerald y Victor McLaglen. Y de la viuda Tillane (Mildred Natwick), del Padre Peter (Ward Bond), del Reverendo Cyrill (Arthur Shields), de Dan Tobin (Francis Ford)… Sensacional reparto bajo la maestra dirección de John Ford en una película que es, por derecho propio, todo un clásico de la gran pantalla.
Después venían otras películas como “La isla de los corsarios”, “La pelirroja de Wyoming”, “Asalto al fuerte Clark”, “Fuego sobre África”…
… y en 1955 eras dirigida una vez más por John Ford en “Cuna de héroes”, compartiendo esta vez protagonismo con Tyrone Power…
… también en este año interpretabas a Karen Harrison en “Santos, el magnífico” y a Lady Godiva en “Lady Godiva”…
Y ya en 1957 te reunías de nuevo con John Wayne, y de nuevo dirigidos por John Ford, en “Escrito bajo el sol”.
Después compartías cartel cinematográfico con Alec Guinness y Burl Ives en “Nuestro hombre en La Habana”. Y en la pequeña pantalla dabas vida a Mrs. Miniver en el telefilme “Mrs. Miniver” y a Lady Marguerite en la serie “The DuPont Show of the Month”.
En 1961 protagonizabas junto a Brian Keith “Compañeros mortales” y “Tú a Boston y yo a California”, en esta última junto a Hayley Mills.
Y luego “Un optimista de vacaciones” junto a James Stewart y “Fiebre en la sangre” junto a Henry Fonda.
En 1963 volvías a coincidir con John Wayne…
… en “El gran MacLintock”, esta vez dirigidos por Andrew V. McLaglen.
Y en 1966 con James Stewart y Brian Keith en “Una dama entre vaqueros”, también bajo la dirección de McLaglen.
Aparecías después en series televisivas como “The Garry Moore Show” o “Off to see the Wizard”…
… y una vez más compartías cartel en 1971 con John Wayne en “El gran Jack”, bajo la dirección en esta ocasión de George Sherman y el propio Wayne.
Dos años después trabajabas de nuevo junto a Henry Fonda, pero esta vez en una película para la televisión, “El pony rojo”, basada en la novela homónima de John Steinbeck. Y en este mismo 1973 te retirabas de la interpretación…
…si bien reaparecías en el cine en 1991 como Rose Muldoon en “Yo, tú y mamá”, junto a John Candy y Anthony Quinn…
… y en la pequeña pantalla en los telefilmes “The Christmas box”, “Un viaje al corazón”…
… y “El último baile”, también la última actuación de tu carrera.
“Me siento muy afortunada, realmente he hecho algunas películas maravillosas”
Recibiste en 1991 un Golden Boot Award y otro premio del British Film Institute en 1993. También fuiste galardonada por toda tu carrera por Seattle Film Critics en 2002 y por Irish Film and Television en 2004.
Y en este 2015 que ahora se nos termina, te fue entregado un merecidísimo Oscar Honorífico de manos de Clint Eastwood y Liam Neeson.
¿Y qué más podemos contar sobre ti, Maureen? Pues que fuiste originalmente considerada como protagonista de “El filo de la navaja”. Finalmente se lo dieron a Gene Tierney, pero el productor Darryl F. Zanuck te dio al siguiente año el papel protagonista de “De ilusión también se vive”. O que fuiste la primera opción para “El rey y yo” pero el compositor Richard Rodgers no quiso que desempeñara el papel principal una “reina pirata”.
Y podemos contar que no sólo cantabas en “El hombre tranquilo”, sino también en “They met in Argentina”, “Do you love me”, “Un secreto de mujer”, “Bagdad”, “Compañeros mortales”, “Tú a Boston y yo a California” y “Fiebre en la sangre”.
O que en 1946 te convertías en ciudadana estadounidense aunque conservando la ciudadanía irlandesa. Era la primera vez que Estados Unidos reconocía a un ciudadano irlandés como irlandés, lo que llevó a un cambio en el proceso para todos los inmigrantes irlandeses.
En 1968 contraías matrimonio con el aviador Charles Blair. Tras retirarte del cine en 1973, llevaste con él Antilles Airboats, una pequeña línea aérea. Pero Blair fallecía en 1978 en un accidente de aviación y tú te convertías en la primera mujer presidenta y consejera de una compañía aérea. También fuiste editora de una revista, escribiendo una columna mensual llamada “Maureen O’Hara says”.
Y en 2004 aparecías en la tienda de Macy’s del 34th Street de Nueva York para promocionar tu libro “Tis herself”. Macy's fue escenario de una de tus películas más entrañables, “De ilusión también se vive” (Miracle on 34th Street).
Había mucho más que una extraordinaria belleza en ti. No sólo tenías una maravillosa voz de soprano, sino que tu habilidad atlética te permitió hacer cosas que no podían hacer la mayoría de las actrices de la época, desde la esgrima a dar puñetazos. De hecho, realizaste tú misma varias de las escenas de riesgo de tus películas.
Fuiste buena amiga de Ginger Rogers, Anne Baxter, Lucille Ball, Lauren Bacall, Robert Mitchum, Anthony Quinn…
“He tenido muchos amigos y prefiero la compañía masculina, excepto con Maureen. Ella es un gran tipo” (John Wayne)
Y de John Wayne. En tu casa en St. Croix tenías un ala a la que llamabas el Ala de John Wayne porque allí se quedaba él cuando iba a haceros una visita.
“Hablando como actriz, me hubiera gustado que todos los actores hubieran sido como Duke, y hablando como persona, sería bueno que todas las personas hubieran sido tan honestas y genuinas como era él. Era un hombre de verdad”
Gracias, Maureen. Por tu profesionalidad, tu buen hacer, tu simpatía, tu vis cómica y tu extraordinaria belleza. Gracias por tu maravillosa galería de personajes...
Y mil gracias por ser Maureen O’Hara.
“En cuanto a mí, siempre he creído que mi cualidad más atractiva es mi fuerza interior, algo que fácilmente puedo compartir con el público. Estoy muy cómoda en mi propia piel. Nunca pensé que mis miradas me podrían convertir en una estrella. Pero así ha sido.” (Maureen O’Hara)
El pasado 24 de octubre el séptimo arte se entristecía de nuevo. Maureen O’Hara, uno de sus más extraordinarios personajes femeninos, se nos trasladaba, a sus 95 años de edad, a su propia estrella, muchos dicen que en la mismísima Innisfree.
Como Maureen FitzSimons venías al mundo el 17 de agosto de 1920 en Ranelagh, un suburbio de Dublín, Irlanda. Eras la segunda de los seis hijos de Marguerita Lilburn FitzSimons, consumada contralto, y Charles FitzSimons, propietario de un negocio en Dublín.
Desde bien temprano demostraste buenas aptitudes para el deporte y para la actuación. A los 14 años eras aceptada en el prestigioso Abbey Theater, y comenzabas ya a perseguir tu sueño del teatro clásico y el canto operístico.
Tu primera prueba de cámara para Hollywood no resultó demasiado bien…
“¡Me parecía a Mata Hari!”
Prueba que te llevó, sin embargo, a tu debut a toda pantalla, en 1938 y a las órdenes de Walter Forde, en “Kicking the moon around”, un musical británico también conocido como “Millionaire Merry-Go-Round” en el que interpretabas, aún como Maureen FitzSimons, el papel de secretaria.
Ese mismo año rodabas “My irish Molly”, película en la que aún figurabas como Maureen FitzSimons y en la que compartías cartel con Tom Burke y con la actriz infantil Binkie Stuart.
El actor Charles Laughton y el productor Eric Pommer supieron ver tu talento, firmándote un contrato con su productora Mayflower Pictures. Eso sí, tu apellido fue cambiado por el que todos conocemos: O’Hara.
Y junto a Charles Laughton en el reparto, y bajo la dirección de Alfred Hitchcock, protagonizabas en 1939 “Posada Jamaica”, hoy clásico del cine en el que tú interpretabas a la guapísima Mary de una historia que estaba basada en la novela homónima de Daphne Du Maurier.
Ese mismo año dabas vida a la protagonista de otra novela clásica: “Nuestra Señora de París” de Victor Hugo. En “Esmeralda, la zíngara” compartías de nuevo cartel con Charles Laughton, aquí en el papel de Quasimodo. El éxito de esta película llevó a su productora, la RKO, a comprarle tu contrato a la Mayflower Pictures.
Llegaban después para ti otros títulos cinematográficos como “Nota de divorcio”, “Dance, girl, dance” o “They met in Argentina”…
… y en 1941 eras dirigida por vez primera por John Ford en “¡Qué verde era mi valle!”, historia basada en la novela homónima de Richard Llewelyn, que protagonizabas junto a Walter Pidgeon, Anna Lee, Sara Allgood, Barry Fitzgerald y unos maravillosos Donald Crisp y Roddy McDowall.
En 1942 eras Mary Carter en “Rumbo a las playas de Tripoli”, Carolyn Bainbridge en “Diez héroes de West Point”…
… y Lady Margaret Denby en “El cisne negro”, junto a Tyrone Power y dirigidos por Henry King en una historia cinematográfica basada en la novela homónima de Rafael Sabatini.
Un año después compartías protagonismo con Henry Fonda en “El sargento inmortal”…
… con Charles Laughton, de nuevo, en la preciosa “Esta tierra es mía”…
… en 1944 dabas vida a la mujer de William F. Cody (Joel McCrea) en “Las aventuras de Buffalo Bill”…
… y en 1945 eras la Condesa Francesca en “Los piratas del mar Caribe”, junto a Paul Henreid.
Ya en 1947 interpretabas a Shireen en “Simbad, el marino”, compartiendo cartel con Douglas Fairbanks, Jr. y Anthony Quinn.
Este mismo año dabas vida a Doris Walker en “De ilusión también se vive”, una de las historias navideñas más entrañables y clásicas de la gran pantalla, donde aparecías junto a John Payne, un maravilloso Edmund Gwenn y una mágica Natalie Wood.
Y en 1948 eras Tacey King en “Niñera moderna”, historia que protagonizabas junto a Clifton Webb y Robert Young.
Iniciabas 1949 con “Un secreto de mujer”, bajo la dirección de Nicholas Ray y junto a Melvyn Douglas y Gloria Grahame…
… después eras Elizabeth Cooper en “Papa fue un defensa”, junto a Fred McMurray y, de nuevo, Natalie Wood…
… y cerrabas 1949 con “Bagdad”, dando vida a la Princesa Marjan y compartiendo cartel con Vincent Price.
Comenzabas la década de los años 50 como Katie Howard en “Orgullo de comanche”, como la Condesa D’Arneau en “Trípoli”…
… y como Mrs. Kathleen Yorke en “Río Grande”, primera de tus películas protagonizadas junto a John Wayne en la que, además, erais dirigidos por vez primera por John Ford, aunque los dos habíais ya trabajado por separado bajo su dirección.
Eras después la Princesa Tanya en “Los hermanos Barbarroja”; Claire, la hija de Athos, en “Los hijos de los mosqueteros”; y Dell McGuire en “La ley del látigo”…
Y en 1952 llegaba el papel por el que eres más recordada, un personaje que supiste hacer tuyo y que permanecerá por siempre jamás en la historia del cine…
Estamos hablando, claro está, de tu extraordinaria Mary Kate Danaher de “El hombre tranquilo”.
Y de Sean Thornton, Michaleen Oge Flynn y Will Danaher… O lo que es lo mismo, John Wayne, Barry Fitzgerald y Victor McLaglen. Y de la viuda Tillane (Mildred Natwick), del Padre Peter (Ward Bond), del Reverendo Cyrill (Arthur Shields), de Dan Tobin (Francis Ford)… Sensacional reparto bajo la maestra dirección de John Ford en una película que es, por derecho propio, todo un clásico de la gran pantalla.
Después venían otras películas como “La isla de los corsarios”, “La pelirroja de Wyoming”, “Asalto al fuerte Clark”, “Fuego sobre África”…
… y en 1955 eras dirigida una vez más por John Ford en “Cuna de héroes”, compartiendo esta vez protagonismo con Tyrone Power…
… también en este año interpretabas a Karen Harrison en “Santos, el magnífico” y a Lady Godiva en “Lady Godiva”…
Y ya en 1957 te reunías de nuevo con John Wayne, y de nuevo dirigidos por John Ford, en “Escrito bajo el sol”.
Después compartías cartel cinematográfico con Alec Guinness y Burl Ives en “Nuestro hombre en La Habana”. Y en la pequeña pantalla dabas vida a Mrs. Miniver en el telefilme “Mrs. Miniver” y a Lady Marguerite en la serie “The DuPont Show of the Month”.
En 1961 protagonizabas junto a Brian Keith “Compañeros mortales” y “Tú a Boston y yo a California”, en esta última junto a Hayley Mills.
Y luego “Un optimista de vacaciones” junto a James Stewart y “Fiebre en la sangre” junto a Henry Fonda.
En 1963 volvías a coincidir con John Wayne…
… en “El gran MacLintock”, esta vez dirigidos por Andrew V. McLaglen.
Y en 1966 con James Stewart y Brian Keith en “Una dama entre vaqueros”, también bajo la dirección de McLaglen.
Aparecías después en series televisivas como “The Garry Moore Show” o “Off to see the Wizard”…
… y una vez más compartías cartel en 1971 con John Wayne en “El gran Jack”, bajo la dirección en esta ocasión de George Sherman y el propio Wayne.
Dos años después trabajabas de nuevo junto a Henry Fonda, pero esta vez en una película para la televisión, “El pony rojo”, basada en la novela homónima de John Steinbeck. Y en este mismo 1973 te retirabas de la interpretación…
…si bien reaparecías en el cine en 1991 como Rose Muldoon en “Yo, tú y mamá”, junto a John Candy y Anthony Quinn…
… y en la pequeña pantalla en los telefilmes “The Christmas box”, “Un viaje al corazón”…
… y “El último baile”, también la última actuación de tu carrera.
“Me siento muy afortunada, realmente he hecho algunas películas maravillosas”
Recibiste en 1991 un Golden Boot Award y otro premio del British Film Institute en 1993. También fuiste galardonada por toda tu carrera por Seattle Film Critics en 2002 y por Irish Film and Television en 2004.
Y en este 2015 que ahora se nos termina, te fue entregado un merecidísimo Oscar Honorífico de manos de Clint Eastwood y Liam Neeson.
¿Y qué más podemos contar sobre ti, Maureen? Pues que fuiste originalmente considerada como protagonista de “El filo de la navaja”. Finalmente se lo dieron a Gene Tierney, pero el productor Darryl F. Zanuck te dio al siguiente año el papel protagonista de “De ilusión también se vive”. O que fuiste la primera opción para “El rey y yo” pero el compositor Richard Rodgers no quiso que desempeñara el papel principal una “reina pirata”.
Y podemos contar que no sólo cantabas en “El hombre tranquilo”, sino también en “They met in Argentina”, “Do you love me”, “Un secreto de mujer”, “Bagdad”, “Compañeros mortales”, “Tú a Boston y yo a California” y “Fiebre en la sangre”.
O que en 1946 te convertías en ciudadana estadounidense aunque conservando la ciudadanía irlandesa. Era la primera vez que Estados Unidos reconocía a un ciudadano irlandés como irlandés, lo que llevó a un cambio en el proceso para todos los inmigrantes irlandeses.
En 1968 contraías matrimonio con el aviador Charles Blair. Tras retirarte del cine en 1973, llevaste con él Antilles Airboats, una pequeña línea aérea. Pero Blair fallecía en 1978 en un accidente de aviación y tú te convertías en la primera mujer presidenta y consejera de una compañía aérea. También fuiste editora de una revista, escribiendo una columna mensual llamada “Maureen O’Hara says”.
Y en 2004 aparecías en la tienda de Macy’s del 34th Street de Nueva York para promocionar tu libro “Tis herself”. Macy's fue escenario de una de tus películas más entrañables, “De ilusión también se vive” (Miracle on 34th Street).
Había mucho más que una extraordinaria belleza en ti. No sólo tenías una maravillosa voz de soprano, sino que tu habilidad atlética te permitió hacer cosas que no podían hacer la mayoría de las actrices de la época, desde la esgrima a dar puñetazos. De hecho, realizaste tú misma varias de las escenas de riesgo de tus películas.
Fuiste buena amiga de Ginger Rogers, Anne Baxter, Lucille Ball, Lauren Bacall, Robert Mitchum, Anthony Quinn…
“He tenido muchos amigos y prefiero la compañía masculina, excepto con Maureen. Ella es un gran tipo” (John Wayne)
Y de John Wayne. En tu casa en St. Croix tenías un ala a la que llamabas el Ala de John Wayne porque allí se quedaba él cuando iba a haceros una visita.
“Hablando como actriz, me hubiera gustado que todos los actores hubieran sido como Duke, y hablando como persona, sería bueno que todas las personas hubieran sido tan honestas y genuinas como era él. Era un hombre de verdad”
Gracias, Maureen. Por tu profesionalidad, tu buen hacer, tu simpatía, tu vis cómica y tu extraordinaria belleza. Gracias por tu maravillosa galería de personajes...
Y mil gracias por ser Maureen O’Hara.
“En cuanto a mí, siempre he creído que mi cualidad más atractiva es mi fuerza interior, algo que fácilmente puedo compartir con el público. Estoy muy cómoda en mi propia piel. Nunca pensé que mis miradas me podrían convertir en una estrella. Pero así ha sido.” (Maureen O’Hara)