Me encanta Maurizio Cattelan, pero me encanta tener el 'espacio' necesario para poder disfrutar de cada una de sus piezas. Por ello, el montaje de su retrospectiva en el Guggenheim de Nueva York, me parece lo más desacertado que podrían haber hecho con su obra.
Colgar una obra, dos a lo sumo del gran óculo del museo, hubiera estado bien, pero visualizar obras como 'La Nona Hora', 'El' y otras 128 obras colgadas resulta cuánto menos apabullante y rozando el horror vacui.
¿Éste es el árbol de Navidad que ha montado el Guggenheim?
Una retrospectiva en la rotonda del museo donde las piezas pierden esa fuerza individual que caracteriza muchas de las obras del italiano para convertirse en espectáculo. Un espectáculo que además es trasladable al iPhone, iPad y Android, con cuya aplicación seguramente se disfrutará más.