Mazapán

¿Sabéis de esas recetas tan fáciles que te quedas tonto cuando al final descubres cómo se hace? Pues ésta es una de ellas, el típico mazapán de navidad.

De influencia árabe, su origen es posiblemente medieval aunque no sé sabe con certeza el tiempo exacto. Los primeros registros datan de 1512 en España y se extendió a otros países a través de las rutas comerciales. Aunque típicamente lo consumimos en navidades, en Toledo, que es el mayor productor y exportador a nivel mundial, se consume todo el año.  

Los ingredientes principales son la almendra cruda y pelada, que se molía con el azúcar en unos rodillos de madera hasta conseguir una pasta homogénea. Era el propio aceite de la almendra el que amalgamaba bien todos los ingredientes hasta quedar bien hidratado, aunque actualmente también acudimos a otras ayudas como pueden ser la miel, el agua o la clara de huevo para acelerar el proceso, sobre todo si usas almendra ya molida, que te ahorrará un montón de tiempo. 

Además de ser ya una delicia en sí, también son parte de otras recetas muy famosas, como los huesos de santo, el pan de Cádiz o la casca valenciana. ¿Sabéis que el Roscón de Reyes original estaba relleno de mazapán? Consistente debía ser como poco jeje.
Así que atentos porque ésto va a ser un visto y no visto:

Tiempo: 5min preparación, 30 min reposo, 4-5 min cocción
Ingredientes ( 18-20 ud):

• 200g almendra molina
• 200g azúcar glas
• 1 huevo
• 1 cda agua

Normalmente lo hacemos todo a ojo, pero para esta receta necesitamos guardar la proporción de 1:1, éso es, la misma parte de almendra que de azúcar, así que si no tienes báscula es mejor que uses recipientes medidores. En un bol mezclaremos la almendra molida con el azúcar glas. También puedes usar azúcar blanquilla normal o miel.


Separaremos la yema de la clara y la reservamos. La clara la batiremos ligeramente y la añadiremos a la mezcla de almendra, mezclaremos todo bien hasta formar una pasta homogénea. Si notas que está un poco seco, puedes añadir una cucharada sopera de agua...no mucho más. 



Tapa la bola y déjala reposar durante al menos 30min. La humedad hará el resto de la magia durante ese tiempo.

Una vez transcurrido el tiempo de reposo, separa en bolitas de igual tamaño y dales forma. Puedes usar corta-gallegas, sellos como nosotras, o moldearlos a mano, el límite es tu imaginación.

 

Ahora bate la yema que habías reservado, si está demasiado espesa añade una cucharadita de agua. Pinta cada figura con un poquito de la yema y mete al gratinador fuerte durante 4 min aprox, justo hasta que dore un poco, no es necesario hornear y no le quites ojo que se puede quemar muy fácilmente.

Saca del horno y deja enfriar por completo antes de manipularlo, se endurecerá un poquito y quedarán de la textura perfecta.

Puedes conservarlos bien tapados durante muchos días debido a la cantidad de azúcar, pero vaya...que no te durarán tanto seguro jajaj. 


¿Quieres hacer un regalo original a tus amigos? En vez de los típicos bombones, empaquétalos por separado para un pequeño detalle, o en una lata bonita. ¡Seguro que triunfas!