Cupcakes, muffins, pasteles, café...
Parece ser que la cultura de los dulces bonitos, los colores chillones en la bollería y la creatividad en la repostería ha venido para quedarse. Muchos lo llaman postureo y razón no les falta. Pero al margen de las opiniones personales de cada uno, la realidad es que las pastelerías tal y como las conocíamos han pasado un poco a la historia para traernos una cara renovada y diferente.
El común veo locales bien iluminados, modernos y con una estética innovadora y vanguardista.Y a la cocina le ocurre igual: lo que antes llamábamos magdalenas (jo**r qué poco mainstream) ahora tiene nombres extraordinarios, tonalidades que poco o nada recuerdan a la comida y, por si fuera poco, precios desorbitados. Así es la vida.
Pero no todo es así, evidentemente. Una bonita estética no debe (debería) estar reñida con unos precios asequibles y como en Come y Bebe nos dedicamos a buscar los mejores sitios y que no te rasques mucho el bolsillo, hoy te traemos Mazzapan.
Local
Diferente. La palabra que lo describe es esa, diferente. Al entrar quizá te recuerda más a la consulta de un dentista que a una pastelería. Es todo muy estéril, muy recto, muy frío. Pero claro, tu sabes que es una pastelería (ves el mostrador y no eres tonto) y todo cambia.Es un sitio con gran superficie donde caben muchas mesas y gente. Es más, las veces que he ido se llena bastante. El mobiliario mantiene la estética del local y resulta muy agradable. Tiene grandes ventanas que dan a la calle, y a pesar de no ser unas grandes vistas, se está a gusto. No tiene terraza, cosa que puede echar atrás a más de uno en verano.
El mostrador donde se exponen todos los dulces es muy grande, incluso hace de expositor al exterior. Ahí caben dulces como para saciar a Falete. Y no, no era un chiste. La variedad de productos caseros es abrumadora. A mi me ha pasado de dejar que pase delante mía el siguiente mientras me decido, y es que tiene todo una pinta...
Carta
Por lo que sé y las veces que he podido ir, no existe una carta fija de productos. Es más, nunca la he visto y por consiguiente, no la he podido fotografíar. Esta vez os toca fiaros de mi (¡muajajaja!).Es una pastelería al uso, es decir, cada día el expositor es distinto. Si que es cierto que siempre se encuentran unos estándares como son donuts, muffins, palmeras... pero también hay días que hacen cosas especiales.
Las cosas que ves son las que hay, así que si el que va delante de ti se pide la última bomba cubierta de chocolate, con virutas de chocolate y rellena de chocolate, tú te quedas sin probarla. Es lo que hay, así que estará la cosa mejor a primera hora que a última, obviamente.
Además de raciones también encontramos tartas, que vaya pinta tienen. Puede llevarte la tarta entera, siempre y cuando la pagues y no te importe lo que el resto de clientes puedan pensar de ti.
Todos los precios están en cada producto indicados con un cartel y normalmente hay siempre una oferta de 3x2 en algún dulce, o segundo a mitad de precio o cosas así. Cada día suele ser una cosa.. ¡sorpresa!
Nuestra experiencia
Fuimos una tarde de domingo. El día anterior salimos, así que no teníamos el estómago para grandes locuras. ¿Y qué mejor que salir a tomar un café?Me acordé de este lugar, por el que pasaba por delante cada día cuando iba al trabajo. Lo recordaba bonito, y ya sabéis que a mí las cosas bonitas me encantan ^^)
Nos acercamos al mostrador y tras estar un rato deliberando y decidiéndonos sobre qué podemos pedir (me hubiera pedido todo) al final pedimos. Se pide en el mostrador y te lo llevan después a la mesa. Me gustó ese método, sinceramente.
Uno se pidió un muffin de chocolate y una vaso de leche. El muffin estaba riquísimo, la verdad, y con muuuucho chocolate. Muerte por chocolate... pues casi.
Y el otro se decidió por un donut de dos colores con un café con leche. El donut le daba mil vueltas a uno de supermercado... ¡qué bueno! Y el café era un café normal y corriente, pero con un corazoncito de sirope de cacao. ¿Quién dice que no a un corazón?
Al final, para que veáis que no es caro, nos costó:-Vaso de leche: 1,10€-Muffin: 1,20€-Café con leche: 1,20€-Donut: 1,00€
En total, 4,50€. Está muy bien, amigos.
Conclusión
COMIDA: 8
Lo que he probado está muy bueno y todo tiene una pinta espectacular. Hay mucha variedad, tanto de pastelitos como de tartas. En su mayoría son dulces que no llegar a resultar una innovación, de ahí que no lleve un sobresaliente. Se echan en falta más cosas rosas, azúcar verde y fondant azul.PRECIO: 7
Precios muy asequibles. No se les ha ido la cabeza poniendo precios desorbitados. Más o menos lo que te puede costar una cafetería cualquiera, pues igual está en Mazzapan.SERVICIO: 8
Chicas muy amables y serviciales, siempre con una sonrisa. Te guían, te dicen las ofertas y te tratan como si fueran tu mamá, como con mucho cariño. Estás a gusto.Además, el método de pedir y luego te lo llevan, como en otro tipo de comercios, me gustó bastante.LOCAL: 8,5
Me gustó mucho el local. Muy bonito, diferente y agradable. Es espacioso e iluminado, y a pesar de no tener terraza, está muy bien.LOCALIZACIÓN: 7
Está en pleno centro... pero en pleno centro "malo". Al otro lado está todo el movimiento de tiendas y gente, por ahí no hay ese ajetreo. Aparcar por ahí es misión imposible, pero que ni Tom Cruise aparca por ahí, te lo digo yo. Por otro lado, el bus para en frente y casi todos los buses de la ciudad te pasan cerca.NOTA FINAL: 8/10
Un sitio que está muy bien. Sabéis que somos más de cervezas que de cafés, pero con esté lugar hago una excepción. Muy cómodo, bonito, bueno y económico. En estas frías tardes de invierno... ¿por qué no?Dirección y contacto
- Avda. Aguilera, 21 (Alicante).