Estamos acostumbrados a ver historias pastelosas en Navidad. Historias que nos sacan emociones por la cara y nos meten en situaciones idílicas que, quizá, no estamos acostumbrados a ver. Pero claro, la Navidad es eso. Cosas bonitas, historias emotivas y gente amable. Se supone. Así que, ¿por qué no explotar este tipo de campañas en esta época del año?
Así lo ha hecho Leo Burnett para McDonald’s en Reino Unido, pero con un resultado penoso. Al menos. en mi opinión. Y es que, en este spot navideño, vemos una historia metida con calzador, protagonizada por una muñeca de madera que pasa sus días en el escaparate, viendo cómo la gente entra en este restaurante de comida rápida. Esto, hasta que un día acaba hasta los mismísimos cojones de no hacer nada con su vida, así que decide escaparse e irse pal’ Mac. Eso sí, no me preguntes cómo coño abre la puerta.
Bueno, que una historia así no tiene sentido sin amor, ¿verdad? Pues eso, que la muñeca esta, llamada Juliette, entra en el local y, nada más entrar, encuentra el amor de su vida, un muñeco que se cree que es Buzz Lightyear. Sí, así de gratuito. Una historia que nos demuestra lo losers que somos todos los que buscamos a esa persona perfecta y nos tiramos años para encontrarla. Aprendamos de Juliette.
Este spot tan gratuito, no podía tener un final mejor. Y es que, cuando la tal Juliette se pira con el Buzz Lightyear del palo, con toda su jeta de madera, se despide de su dueño desde la distancia. Así, riéndose de su cara. ¡Que en estos tiempos no estamos para dejar de vender, colega!
Nada, que yo ya he soltado todo lo que pensaba (o casi todo) y ya es hora de que juzgues el spot tú mismo. Que ya sabes, para gustos, colores.
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