La verdad es que nos va muy bien. No paran de contratanos y de llegar clientes. Tanto clientes nuevos como clientes de hace diez años. Así que vamos a quitar el vestidor de casa y convertirlo en una oficina. Pero con los niños más mayores en casa y un bebé nos cuesta mucho avanzar. Y aunque nos pese tenemos que separarnos de ellos para avanzar.
Necesito tirar ropa que significa cosas negativas y otra época de mi vida que no quiero recordar.
Hasta ahora trabajábamos en el salón, pero ya no podemos, porque a veces uno de los dos necesita quitarse muchas horas de en medio y que nadie le interrumpa. Así que no queda otra que tener una oficina donde poder encerrarnos.
Nos turnamos con el bebé, aunque soy yo obviamente, la que más tiempo paso con Tilde. Mi bebé de seis meses es un amor, la lamamos Tilde como diminutivo de Matilde. Un poco en parte por nuestra obsesión por la ortografía porque dedicamos muchas horas a escribir. Pero sobre todo porque mi hermana odia que la llamemos Mati.
En casa tenemos cuatro habitaciones, tres baños y un salón. Eso sí, una cocina minúscula, pero l ampliaremos en un futuro con el patio posterior. Pero como es una vivienda VPO pues no me dejan hacer obras por el momento. Qué más quisiera.
También queremos ampliar la habitación del niño y añadirle un pequeño balcón, para montar allí su piano y un estudio.
Vamos a tener que prescindir del vestidor. Y voy a aprovechar para tirar mucha ropa.
La cuestión es que tengo en mi mente que la ropa tiene una especie de impronta que se queda dependiendo de cuando la use. Y hay ropa que realmente no quiero volver a ver. Así que me será muy fácil deshacerme de ella ahora que me va bien
Aquí os pongo una panorámica de cómo está la habitación ahora que he sacado casi todo de los cajones para elegir qué tiro.
El armario ese va arriba al trastero y voy a quitar de en medio casi todas las chaquetas.
El armario y perchero de la imagen salen de la habitación.
El perchero lo pondré en la habitación de gabriel. Y colgaré las estanterías de madera en el baño para llevar las toallas.
Voy a tirar tanta ropa que sólo con una cómoda de tres cajones voy a tener suficiente para la ropa de las dos temporadas, exquisitamente doblada en vertical, como llevo ya meses haciendo con el método Kondo. Este método te lleva a deshacerte de todo lo que no te hace feliz y ordenar todo en cajones en vertical, para que en una sola visual, sepas qué tienes.
Yo voy a tirar todo lo que no me trae buenos recuerdos. No quiero "ropa que me quepa", sino "ropa que me encante". Y en mi ropa tengo recuerdos muy feos que no quiero en mi vida ahora que me va bien de nuevo. No quiero casi nada que me recuerde que fue mal antes. Quiero que todo sean cosas que realmente me haga feliz.
Me he propuesto no aceptar más regalos de ropa que no me encante y tampoco zapatos. Los últimos que me regaló mi hermana de Sketcher, son mis favoritos de todos los tiempos, esos sí se quedarán.
Pero hay montones de ropa de cama, cortinas, vestidos y pantalones que sería muy feliz de no volver a ver nunca en la vida. Tirar casi todo y que entre algo nuevo si es que lo necesito.
Después bajaremos una mesa que hay en el trastero para el despacho, una estantería y quedarán unicamente dos cómodas con nuestra ropa. Sólo dos cómodas. En nuestro cuarto no caben así que se quedan ahí.
Vamos a aprovechar el servicio de manitas del seguro para que venga a desarmar un armario, subirlo y bajar la mesa, montarla y demás.
Deseadme suerte.
Queremos que el despacho esté terminado pronto porque tenemos muchísimo trabajo y poco tiempo que perder.
*Habrá ropa que lleve a donar a Cáritas. Lo que no vea bien lo tiraré.