Me pido el café como me da la gana. En Abaroa

Creo que me voy a replantear mi profesión. Bueno, más que mi profesión, a replantearme cómo la he enfocado. Quizás deberia dejar de lado el marketing y la comunicación y dedicarme a la gestión de clientes. Más bien, a asesorar en la gestión de clientes. 
Después de una reunión surrealista, en un entorno surrealista, acabo con J (ni color con S) en el restaurante Euskalsena Abaroa de Artxanda. Si, un sitio extraño, pero casi a las cuatro de la tarde, y por esa zona, pocas alternativas quedaban. En fin, allí que nos sentamos, una camarera nos acerca la carta, y sin dejarla escapar, le pedimos los platos.
Dos ensaladas para empezar, la de J mixta, con los ingredientes habituales, pero con un punto de color con la lombarda, oye, pues no está mal. La mía, de queso fresco, algo raro, ya que no soy muy fan de este queso, pero as anchoas, ¡me privan! Seguimos con ensaladas embolsadas, pero con buena combinación de tomate, anchoas queso y nuez, algo ligero, pero diferente a la mixta de siempre. A la hora de pedir los segundos, J no se decidía entre las salchichas en salsa y el lomo con salsa roquefort, así que yo que soy un cielo (cuando quiero) pedí el lomo para que pudiera comer de ambos. Y chica, menuda decepción: las salchichas nadaban en una especie de salsa de algún tipo de licor/vino/asaber y una capa de aceite que daba pena. Vamos digno de un capitulo de "pesadilla en la cocina". Pena que estuve poco espabilada, y no les hice cambiar el plato. Del lomo, pues eso, tres filetes de lomo fresco, empanados con una crema de roquefort, que ni frío ni calor, demasiado suave para ese tipo de queso, además de fría.
Pero el remate vino en los postres. Arroz con leche para mí, J ya no quería postre, así que mientras traian los granitos de arroz flotando en leche y canela, pedimos dos cafés:
-"Yo un cortado"- J fan de los cortados.-"Pues yo cortado, pero descafeinado"-"Pues vaya, para pedir un descafeinado..."
Miro a la camarera, y mientras le lanzo rayos X con la mirada, no sé que fuerza interior me agarra por dentro, y me limito a contestarla con un 
-"Pues lo quiero descafeinado, ¿pasa algo?"
Oye, ¡ya lo que me faltaba! Que se ponga la camarera a juzgar lo que quiero tomarme. Yo alucino, de verdad, que luego este tipo de empresarios, o camareros no entiendan ni acepten quejas, cuando tratan a los clientes como les a la gana, y no bien precisamente. Pedía un café, no su opinión sobre qué le parece que me tome un descafeinado. 
EUSKAL SENA ABAROAwww.abaroa.netCarretera Enekuri-Artxanda, 59.
Arrancó bien la comida con las ensaladas, fue empeorando con los segundos, y remató la faena la camarera entrometida con un postre que daba pena. Sinceramente, me esperaba mucho más, aunque fuese el menú del día. 
Menú del día 11,50€


¿¿Qué leches es esa capa de aceite flotando??

Bajo el maaaar, bajoo el maarrr hay miles de granitos de arrooozzzzz
Mi cortado, DESCAFEINADO.