Lo que escribí en las últimas semanas en Medium fue un buen experimento. Una nueva y agradable experiencia digital. Muy interesante y fructificante. Por su estética, su tipografía y su apuesta por que la gente escriba y se despreocupe de otras cosas. Fantástico. Pero me vuelvo al blog. Por varias razones:
- Aquí hay URLs propias. Allí no.
- Aquí hay etiquetas. Allí no.
- Aquí hay comentarios. Allí no.
- Aquí se pueden incrustar vídeos o música. Allí no.
- Aquí se puede redactar un post desde el móvil (como en este caso). Allí aún no.
- Aquí todo está ordenado y archivado. Allí, de aquella manera.
Estas carencias son extrapolables a otras redes sociales. Desde la alocada (y necesaria) inmediatez de Twitter hasta ese sempiterno timeline de Facebook en el que nada se archiva y todo viaja a la velocidad de la luz, pero hacia abajo, hacia un timeline cargado de olvidos.
Por eso me quedo aquí. En mi ordenada casa digital, en la que nada falta y que en menos de dos meses cumplirá 10 años. Motivos suficientes.
Blogosfera, Comunicación, Internet, Redes sociales