Revista Salud y Bienestar

Medicamentos peligrosos o un hombre contra el imperio

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Esta mañana el portal Tercera Información ha publicado un extenso análisis de la situación del sistema sanitario en función de los intereses farmacéuticos basado en mi libro Laboratorio de médicos. Rubén G. Herrera, su autor, lo ha titulado con el ambicioso: Estado de la ética del sector farmacéutico español en 2011. Una de las cosas que le he contestado a Rubén ante sus pregunta es:

También hay que tener en cuenta que muchos medicamentos son más peligrosos de lo que pensamos y ello lo demuestra el cúmulo de fármacos retirados del mercado en los últimos años y los casos de muertes y/o graves efectos adversos provocados por medicamentos que se han producido en los últimos lustros. Buena parte de los medicamentos además no son todo lo efectivos que anunciaban sus fabricantes. En resumen, estamos sobremedicados, con demasiados medicamentos peligrosos y en muchos casos ineficaces.

Poco después alguien me ha escrito al blog ofreciendo un enlace que abunda en el asunto con una noticia de hoy también. El laboratorio francés Servier, acusado por minimizar el riesgo sanitario de su fármaco contra la diabetes Mediator -retirado del mercado en 2009-, también escondió efectos secundarios de Protelos, otro medicamento contra la osteoporosis, según un informe oficial divulgado este miércoles por el diario Libération.

A su vez tenía un correo pendiente de ver desde ayer. Flavio Rein que me escribió hace años comentándome su caso, ha ganado por fin un juicio a Bayer tras de sufrir serias discapacidades al mes de iniciar un tratamiento con el producto farmacéutico Lipobay, recetado por su médico contra el colesterol. La Justicia falló a su favor una indemnización pero ha tardado diez años en hacerlo. Flavio es de esas pocas personas que ante un daño enorme causado por una farmacéutica no se amilana, no se conforma con una indemnización a espuertas, extrajudicial que es lo que suele ocurrir casi siempre y tira para adelante hasta que se haga Justicia. He conocido pocas personas así, hay que ser muy valiente. Me ha conmovido la frase de Rein, que veo que mantiene su discurso desde que le conocí:

“Estoy pobre, lastimado y enfermo, pero la dignidad no me la pudieron tocar”.

Ahora le escribiré. Sólo un matiz pues se afirma que es una sentencia “inédita” y no es así. La primera de la que tengo constancia se produjo en España y la consiguió un abogado al que tengo en estima, Felipe Holgado.

Más info del Caso Lipobay en Traficantes de salud.


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