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La medicina de precisión o personalizada contra el cáncer es una herramienta que ofrece un diagnóstico más completo y alternativas terapéuticas eficaces contra este mal, indicó el director de la junta directiva de Nanopharmacia Diagnóstica, Horacio Astudillo de la Vega.
El investigador en medicina genómica explicó que al identificar los biomarcadores del cáncer, un tipo de moléculas que indican el estado y pronóstico de la enfermedad, ayudan a que el médico decida una terapia específica para el enfermos.
Pese a que esta tecnología está disponible en México, muy poca gente tiene acceso a ella, entre otras razones porque los médicos de las instituciones no solicitan esta prueba diagnóstica que para el cáncer colon, pulmón y mama es gratuita.
Lo anterior, dijo en una entrevista con Notimex, es porque “la industria farmacéutica dona el recurso con la esperanza de que si el enfermos es candidato a alguno de sus medicamentos, la institución se los otorgue”.
Los biomarcadores pueden detectarse en la sangre, al interior del tumor o en los genes del enfermo y se agrupan por tipo de neoplasia.
Astudillo de la Vega mencionó que en la actualidad existen formas de tratar el cáncer como la cirugía, la quimioterapia, la radioterapia, la inmunoterapia, la terapia hormonal, la terapia biológica de blanco molecular, no obstante, el éxito depende si el enfermo tiene las características de la terapia.
Por lo que es ideal que a los enfermos que tienen cáncer se les haga un perfil molecular de la neoplasia con el fin de “garantizar el uso de una terapia que sea exitosa para el tipo de tumor que padecen”, añadió.
Si bien se descubrieron más de 100 biomarcadores para el cáncer, algunos tienen escasa utilidad práctica y otros con vasto uso clínico, sin embargo, no hay tratamiento para todos los tumores, agregó el especialista.
No obstante, dijo que con la innovación tecnológica y científica en genética se emplearán nuevas técnicas no invasivas para el enfermo, además, cada vez existen más medicamentos en el mercado tras años de investigación.
El especialista dijo que si el abordaje terapéutico no corresponde con los enfermos, las posibilidades del éxito se minimizan, “entonces el médico decide una nueva terapia con base en la respuesta, si no hay respuesta, cambia a otra terapia.
“A veces perdemos mucho tiempo en probar terapias para poder encontrar con cuál responde el enfermo y los tumores terminan siendo inteligentes porque cada vez que se le da una terapia que no le funciona, el tumor se va haciendo más resistente”, advirtió. Y se presenta el fenómeno biológico llamado declonalidad, es decir, empiezan a aparecer cepas o clones celulares del cáncer del enfermo con diferentes habilidades para resistir a las terapias.
Una prueba de diagnóstico genético-molecular cuesta entre tres y cinco mil dólares y aunque Astudillo de la Vega considera que no es un bajo costo, a largo plazo es inferior a los múltiples tratamientos a los que un enfermo se somete.
Fuente: Notimex