Esta semana me gustaría hablaros de un tema que, aunque es evidente, no se está atajando.
¿Cuántas veces os he escrito y hablado de estereotipos? Casi infinitas veces. Cuando nos referimos a los prejuicios hacia el colectivo de personas mayores, hablamos de viejismo o edadismo, o ageism en inglés.
Como ya os he contado, son muchos los estereotipos que, por desgracia, todavía se mantienen presentes en nuestra sociedad con respecto a las personas que sobrepasan los 55 o 60 años.
Algunos de estos prejuicios son considerar que las personas mayores siempre están enfermas, que no pueden aprender, que no tienen relaciones sexuales o que están siempre solas y tristes. ¿Acaso no conoces ninguna persona con 65 años que sea la más feliz del mundo? Estoy segura de que sí. Y en este caso no se trata de una excepción que confirme la regla.
Que estas creencias erróneas se mantengan con el paso del tiempo y estén presentes en la sociedad se debe a determinados valores que nos son inculcados a través de diferentes medios: la educación y los medios son algunos de ellos.
Con respecto a los medios de comunicación, por todos es sabido el gran poder de influencia que tienen. Contribuyen a difundir modas, costumbres, mitos y, por tanto, estereotipos. La forma en que presentan la información, las imágenes que utilizan y el lenguaje del que se sirven contribuyen a ello.
Recientemente he conocido una guía maravillosa y estupenda que han creado en Colombia, desde la Fundación Saldarriaga Concha. Se trata de una guía de estilo para periodistas sobre envejecimiento. Cuándo la conocí no me lo podía creer: está claro, necesitamos decirles a los medios cómo deben escribir para erradicar el edadismo!!
Esta guía de estilo podéis descargarla directamente en el apartado de recursos del blog.
Aunque algunas de las expresiones edadistas que se mencionan en la guía son propias de la cultura colombiana, seguro que tenemos alguna expresión similar en España: loro viejo no aprende a hablar, vejez y pobreza van juntas, hay enfermedades propias de la edad, la sexualidad es cosa de la juventud, vejez es sinónimo de enfermedad, todas las personas mayores son abuelos, las personas de más edad son una carga...
¿Qué términos positivos podemos utilizar?
En su página 9, la guía contiene una tabla muy ilustrativa sobre qué palabras podemos utilizar para referirnos a las personas mayores, explicando qué expresiones son inadecuadas, por qué no debemos utilizarlas y qué otros términos podemos usar.
Palabras como viejete, abuelo, pensionista o tercera edad no se consideran las más adecuadas para referirse a las personas mayores, pues tiene connotaciones negativas. Bien porque hacen referencia a una parte de este colectivo (no todos son abuelos!) o porque se han ido descartando por resultar inadecuadas.
En lugar de ellas, podemos usar estas otras palabras: mayores, personas mayores o población mayor.
¿Por qué son noticia las personas mayores?
Otro tema que aborda esta guía es la imagen que se transmite de las personas mayores a través de las noticias que se emiten sobre ellas.
Curiosamente, al igual que en España, en Colombia los mayores son noticia cuando son víctimas de algún suceso, cuando se habla de soledad, de pensiones o sobre los avances en alguna enfermedad. Por tanto, explica la guía, se hace hincapié en las pérdidas y los déficits, se favorecen los estereotipos y se les trata como un colectivo homogéneo, cuando no lo es.
Algunas recomendaciones
Desde la guía sugieren recomendaciones para los medios de comunicación, que favorezcan una nueva perspectiva sobre las personas mayores. Desde luego, todas muy acertadas y fundamentadas, como estas:
- Tratar de contar con la opinión de las personas mayores cuando sean el tema de información. Informar sobre ellas, contando con ellas.
- No estigmatizar y valorar el posible impacto de la información.
- Publicar noticias que reflejen la enorme heterogeneidad que caracteriza al colectivo de personas mayores.
- Transmitir la aportación de las personas mayores, presentándolas como valor y no como una carga.
- Mostrar los problemas y vulnerabilidades que afectan a las personas mayores, pero tratando de presentar propuestas de cómo superarlos y abordarlos.
- Destacar los aspectos positivos de las personas mayores, sin informar desde la compasión.
- Evitar imágenes peyorativas, donde se presente sistemáticamente a las personas mayores como dependientes y pasivas.
- No utilizar imágenes estereotipadas (con personas enfermas, tristes, solas,...).
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Os recomiendo la lectura y difusión de esta guía, por ser clara y concisa, y por la importancia del tema que aborda. Sin duda, gracias a la Fundación Saldarriaga Concha por este documento.