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Después de haber tomado muestras de la civilización de cada uno de los grandes períodos de la historia egipcia, de regreso a la duodécima dinastía, como se describió en los capítulos anteriores, anhelaba más que nunca descubrir el comienzo de las cosas. Para esto, Medum ofrecía la mejor oportunidad de alcanzar. La presunción era que pertenecía al comienzo de la cuarta dinastía; y aquí quizás podamos encontrar algo aún sin desarrollar, y ser capaces de calibrar nuestro camino en lo desconocido. ¿Podríamos ver las etapas incipientes, o al menos sus rastros? ¿Podríamos aprender cómo surgieron las formas e ideas convencionales? ¿Podríamos encontrar que Egipto aún no ha crecido, aún en su infancia?LEER MÁS »