Ingredientes para 2 personas:
- 2 tomates maduros
- 2 c.s. de aceite de oliva
- 1 diente de ajo, picado
- 1 chalota, picada muy finamente
- 1 chile rojo, sin pepitas y muy picado
- Un vaso pequeño de vino blanco
- 1 c.s. de tomate concentrado
- Una pizca de azúcar
- 1 kg de mejillones
- Un manojo de albahaca
- Sal
- Pimienta negra
Hacer una cruz en la base de los tomates. Escaldar los tomates en agua hirviendo durante 30 segundos. Retirar y enfríar en un bol con hielo. Secarlos y pelarlos. Trocearlos a cuartos, retirar las semillas y picar en dados pequeños.
Calentar el aceite en una sartén grande. Añadir el ajo, la chalota y el chile. Sofreir a fuego medio durante 2-3 minutos hasta que esté blando, pero no dorado. Añadir el vino, el tomate, el concentrado de tomate, la pizca de azúcar y sazonad (tened presente que el agua de los mejillones es salada de por sí). Remover bien y dejar cocer durante 2 minutos.
Añadir los mejillones. Cubrir la sartén y dejar cocer durante 3-4 minutos. Agitar la cazuela de vez en cuando. Retirar cuando los mejillones se hayan abierto.
Desechar aquellos mejillones que permanezcan cerrados. Servir el resto con las hojas de albahaca por encima.
¡Espero que os guste! :)
La receta la ví en la revista Good Food
Nota: La receta es para 2 personas como habéis visto, pero en casa la comimos entre 3 y nos salieron unos platos bien completos.