Mejorando tu Optimismo.

Hemos visto a lo largo de los diferentes artículos que hemos ido publicando, la importancia del optimismo como una estrategia adecuada para fomentar en cada uno de nosotros el pensamiento positivo, que nos ayuda a obtener beneficios para afrontar la vida de manera que mejore nuestro bienestar personal.

Pero, ¿qué hacer para mejorar nuestro optimismo?.
La primera técnica que vamos a comentar la llamaremos el Diario del mejor YO posible. Consiste en registrar en un diario la proyección personal de nuestro mejor yo posible.
Te recomendamos que te sientes en un lugar tranquilo, durante 20 o 30 minutos a pensar en lo que esperas de tu vida dentro de unos años, consiste en potenciar nuestra proyección positiva a lo largo del tiempo.
Para ello debes de imaginarte un futuro para ti en el que todo haya salido como tú quieras. Poniendo todos tus esfuerzos en verte alcanzando tus objetivos y metas que te hubieses planteado en esta proyección en el tiempo.
Con este ejercicio escrito se pone en marcha todo un proceso donde el fin último es conseguir a través de potenciar el optimismo a través del hábito de la escritura del diario. Aquí el tiempo y la práctica son fundamentales para que a través del tiempo generemos el automatismo de eliminar las barreras que nos hacen actuar de modo pesimista, influenciados por el pensamiento negativo.
La segunda técnica que comentaremos hoy se denomina “El diario de objetivos primarios y secundarios”, realmente esta técnica es una variación de la primera, donde nos esforzaremos por imaginar proyectos futuros, dando por sentado que van a tener éxito, aquí plantearemos unos objetivos y diseñaremos todo lo que vamos a llevar a cabo para que nuestro proyecto futuro tenga éxito.
Para ello, en la primera sesión deberías de dedicar el tiempo a pensar en el proyecto futuro, por ejemplo dentro de 5 años realizaré un viaje por todo el Caribe, entonces, me marcaré objetivos y diseñaré el plan de trabajo para conseguirlo. Ustedes podrán pensar que nos frustraremos al saber que el objetivo puede ser inalcanzable en nuestra situación actual. Pues no es así, los estudios demuestran que somos más felices elaborando el proceso que nos lleva a conseguir una meta, que con la meta misma, ya que si nos centramos en esta última conseguiremos una emoción positiva que se diluirá con el tiempo, sin embargo, si vivimos el proceso mejorará nuestro bienestar y conseguiremos momentos de disfrute.
Por último, y no menos importante, nos centraremos en las barreras mentales, es decir, en los pensamientos obstáculo. Todas aquellas ideas negativas que frenan nuestro optimismo. Pensaréis que es una actividad compleja, pero veréis que una vez que aprendamos a reconocerlos podremos dominarlos y controlar su aparición.
Para ello, podrías poner cincuenta o veinte céntimos en una botella de plástico cada vez que tengas un pensamiento pesimista, y después tratar de cambiar ese pensamiento pesimista por uno que sea más favorable a tus intereses.
Otro ejercicio que podemos poner en práctica y que nos ayuda a eliminar estas verdaderas barreras mentales pesimista, consiste en descubrirlos y anotarlos en un libreta, una vez en casa y tranquilos intentaremos darles la vuelta, es decir, convertirlos en optimistas, con el tiempo, al ser una tarea escrita, veremos como iremos adquiriendo el hábito de intentar cambiar todos estos pensamientos contaminadores del optimismo.
Mientras realizas este trabajo, podrías plantearte algunas preguntas que te ayudarán a tomar decisiones al respecto:
• ¿Qué significado podría tener esta experiencia?
• ¿Me llevará algún beneficio personal?
• ¿Es importante para mí?
• ¿Qué puedo aprender de ella?
Si observamos, vemos como todas estas estrategias que realizamos para afrontar nuestra vida de forma más optimista se basan en observar el mundo con otras gafas, las del optimismo, siendo más positivos y generosos, lo que nos lleva a fijarnos en el mejor lado de las cosas, el positivo.
Jose J. Rivero
Psicólogo
Experto en formación
Terapeuta familiar.