Revista En Femenino

Mejores momentos de un padre desesperado

Por Verónica Merino @sobreviviendoma
Mejores momentos de un padre desesperado
Hace unos días comentaba con el pater los recuerdos que tengo de él y Mollete en sus primeros meses de vida, y llegamos a la conclusión que ha sido un padre sufrido con Mollete, con mucha paciencia, más incluso que yo, que andaba dándome coscorrones con las paredes de impotencia en determinados momentos. Él mantenía la calma, e incluso le ponía esa nota de humor que yo, con mi montaña rusa de hormonas era imposible. Os cuento los mejores; 
1. Pasearla por casa acostada en el antebrazo. Esta es la primera imagen que tengo del pater y Mollete. Los que habéis sufrido a bebés con cólicos la conoceréis porque es la postura en la que se callan, eso si, la tienes que acompañar con movimiento, porque si te paras llora!A si el pater se colocaba a Mollete boca abajo ocupando su mano y antebrazo y así la paseaba por todo el piso. A su favor he de decir que Mollete era muy pequeña y que cabía perfectamente.
2. Hacer la croqueta en el puff del salón. Otro truco para sobrellevar los cólicos, era menearla de lado a lado haciendo la croqueta en el puff que tenemos en el salón. La cara de Mollete era un poema, se quedaba descolorada unos minutos y parecía que incluso le gustaba, a si que ala!a croquetear!
2. El sacamocos. Otra imagen que no tiene precio es la del pater con el sacamos en la boca andando por el pasillo camino del cuarto de Mollete para sacarle la tonelada de mocos que guardaba en la mini nariz. Lo gracioso es que al principio no sabía usarlo y no le ponía el algodón dentro, por lo que terminaba tragándose los mocos de Mollete. Hasta que me enteré yo de lo que hacía y ya le expliqué que le tenía que poner un algodón dentro para los mocos, hombres!!!
4. Correr de farola en farola. Aquí ya Mollete tenía unos meses, entre cinco o seis, consistía en que el pater tenía que correr de farola en farola cuando se hacía de noche porque a Mollete no lo gustaba la oscuridad y solo se callaba debajo de la farola, a si que así íbamos por la calle, el pater de farola en farola y yo queriendo que la tierra me tragase.
5. Paseos nocturnos en coche. Eso solo lo hemos hecho en esas noches de desesperación máxima que ya no sabíamos que hacer con Mollete, y es un clásico que siempre te saca de un apuro, y que consiste en montar al bebé en el Grupo 0 del coche, y ala!a pasear por la ciudad!!al minuto Mollete estaba dormida!!ahí estaba el pater para hacer de taxista y llevarla a ver la ciudad.
Recordando estas cosas yo ahora me río a carcajadas, pero que mal lo pasé en su momento!!!menos mal que el pobre pater estaba allí para mantener la calma!Vivan los padres!!

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