Voy a hacer algo por primera vez en mi historia blogueril y sin que sirva de precedente: Currarme un meme (curioso palabro este) por propia iniciativa y sin que nadie me obligue a ello.
Lo he visto en los blogs de Sonix y de Alcorze donde han contado parte de su historial lector. Me ha parecido terriblemente interesante así que una no va a ser egoísta y he pensado que también podía hacer un esfuercico y compartir mis experiencias lectoras.
EL ÚLTIMO LIBRO QUE HE LEÍDO: El libro negro de los secretos de F. E. Higgins. Hace poco que he perdido todo tipo de prejuicios y me dedico a consumir cual quinceañera literatura infantil y juvenil. Me encanta y me transporta. Ahí queda eso.
Suelo leer varias cosas a la vez y el momento y las ganas determinan qué es lo termino antes. Así que más o menos a la vez también he terminado Polvo eres II de Nieves Concostrina, el cómic Locke and Key, juegos mentales de Joe Hill y Lolita Butterfly es lo más de Idoia Iribertegui. Estas banalidades han hecho que no termine de arrancar con el dichoso Cementerio de Praga de Umberto Eco, que lo he empezado y tiene muy buena pinta, pero es que me disperso. Y por si fuera poca mi dispersión también me dedico a leer cual novela de aventuras la Ortografía de la lengua española. Si, ese tocho publicado recientemente por la RAE. Y luego cometeré más faltas que cualquiera. ¡Qué oprobio! No sé cómo he confesado esto.
UN LIBRO QUE CAMBIÓ MI FORMA DE PENSAR: No soy consciente de haber tenido la "revelación" después de leer un libro y que haya cambiado el fundamento de mis ideas. Pero estoy segura que ciertas lecturas generan un poso que con el tiempo puede ir madurando y modificar o pulir ciertos conceptos. En este sentido sí hay libros que me han hecho pensar. Reflexión segura con José Saramago. He leído bastante suyo y siempre me sorprende su calidad y su profundidad sobre temas tan variados y tan fundamentales. Gran reflexión con Identidades asesinas de Amin Maalouf y con Albert Camus ¡qué decir! Así y ahora es de lo que me acuerdo pero se me está olvidando algo...
EL ÚLTIMO LIBRO QUE ME HIZO LLORAR: Tengo fama entre mis amigas Las Lolas de mujer dura e impasible pero en realidad soy una blandengue sentimentaloide. Lo mío es todo fachada. El caso es que cada vez me emociono con más facilidad con todo. Va a ser la edad que no perdona.
El primer libro que me viene a la mente es El niño con el pijama de rayas de John Boyne. Recomendación de LaLolaL que hizo que no le hiciera ni caso durante los vuelos de Valencia-Madrid-Pamplona porque me lo leí de un tirón. Después de esta lectura no he querido ni ver la peli, no me fuera a desilusionar y quitarme las sensaciones que me produjo el libro.
De otra manera, cualquiera de los libros de Miguel Delibes también me emociona mucho.
EL ÚLTIMO LIBRO QUE ME HIZO REÍR: El que me hizo reír pero de manera sonora, que no una sonrisilla, fue Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza. Y cuando quiero desconectar me gusta leer los de Marian Keyes. Muchas veces es reír por no llorar ante las estrambóticas situaciones sentimentales que describe.
UN LIBRO PRESTADO QUE NO ME HAN DEVUELTO: LolaE, ¿qué tal vamos con Lo que esconde tu nombre de Clara Sánchez? Yo creo que te lo has tenido que leer unas tres o cuatro veces. Nada, nada, que no hay prisa.
Decir que sólo presto a gente de total confianza y a la que puedo tirar de las orejas como no me lo devuelvan. Me pone muy nerviosa no controlar por dónde anda mi biblioteca y perder mis adquisiciones. Que hay mucho ingrato por el mundo.
UN LIBRO PRESTADO QUE NO HE DEVUELTO: Soy muy fetichista con los libros y no los suelo pedir prestados. Si no me da el bolsillo para comprar o tengo duda al respecto, intento conseguirlo en alguna biblioteca. No por nada, pero si leo un libro prestado y me gusta, que para eso me lo recomiendan, luego quiero tenerlo. Total que no me quedo satisfecha. Además me crea tensión; a ver si lo voy a estropear o algo. En los pocos casos en que me han dejado alguno siempre lo devuelvo. ¡Estaría bueno! No voy a hacer lo que no quiero que me hagan.
UN LIBRO QUE VOLVERÍA A LEER: Buenoooo...! No tengo tiempo para leer todo lo que quiero como para andar releyendo. El caso es que en muchas ocasiones sería imprescindible una segunda y tercera lectura para sacar todo el jugo a la obra. Una pena no profundizar más.
Sí que me pasó con Pedro Páramo de Juan Rulfo que en cuanto lo terminé me dieron ganas de empezar otra vez. Éste lo tengo que releer.
UN LIBRO PARA REGALAR A CIEGAS: Regalar a ciegas en ningún caso. ¡Qué ordinariez! Y regalar tanto un libro como un perfume es de lo más peliagudo. Hay que conocer mucho a la persona y sobre todo saber si le gusta leer de verdad. Que esto parece obvio pero no lo es tanto. Un test de comprensión lectora le haría yo a más de uno que va de cultureta.
UN LIBRO QUE ME SORPRENDIÓ PARA BIEN: Normalmente las expectativas que tengo sobre una lectura suelen cumplirse más o menos bastante certeramente. Es genial cuando te ves sorprendida para bien como me pasó con la lectura de El perfume de Patrick Süskind. Tremenda experiencia de los sentidos a través de la palabra.
UN LIBRO QUE ROBÉ: Otra ordinariez. Jamais de la vie!
UN LIBRO QUE ENCONTRÉ PERDIDO: Esto no me ha pasado nunca. ¡Qué mala suerteeee...!
EL AUTOR DEL QUE TENGO MÁS LIBROS: Tengo varios de Saramago, García Márquez, Delibes... No tengo fijación por ningún autor en concreto y lo mismo leo ciencia ficción que realismo mágico, ensayos, algún clásico que se deje, de amores y desamores, alguna biografía, a Harry Potter, cuentos, cómic o un poco de terror. Tengo que confesar que de mi infancia y adolescencia tengo un montón de libros de Martín Vigil y Victoria Holt. Todo un pastelón pero oye, una también tiene su pasado oscuro.
UN LIBRO VALIOSO: Todos son valiosos. Al margen de que me puedan interesar a mí o no. Lo contrario sería enormemente pretencioso. Sin entrar en un valor material que puede tener un incunable o una edición especial o única, el valor de un libro es el que cada uno le dé. Y estoy convencida de que aunque la edición sea chunga, seguro que hay alguien a quien le puede interesar.
UN LIBRO QUE LLEVO TIEMPO QUERIENDO LEER: En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Hasta aquí he conseguido llegar. ¿Será posible?
Y el señor Jorge Luis Borges también está ahí esperando la ocasión.
UN LIBRO QUE PROHIBIRÍA: Que feo eso de prohibir. Prefiero la posibilidad de elegir y la capacidad crítica.
EL PRÓXIMO LIBRO QUE VOY A LEER: Cualquiera. Los quiero leer todos. Como presupongo que no voy a tener tiempo debido a mi condición mortal (ya estoy viendo que mi apariencia de novia cadáver tampoco me va a asegurar la eternidad), voy seleccionando algunos títulos. Por poner algunos ejemplos, me gustaría continuar con Lovecraft. También tengo pendiente A sangre fría de Truman Capote y La insoportable levedad del ser de Milan Kundera. Imperdonable que todavía no los haya leído. A ver cómo me da el aire.
¿ME GUSTA REGALAR/QUE ME REGALEN LIBROS? Me gusta regalar cuando estoy muy segura de que voy a acertar y no se da muchas veces el caso. Voy a tener que esforzarme más porque a mí me encanta que me los regalen. Es algo estupendo porque la persona que lo hace ha pensado realmente en tí y en lo que te puede gustar. Dos ejemplos que recuerdo especialmente fueron: Suite Francesa de Irène Némirovsky obsequiado con gran acierto por LaLolaL y La elegancia del erizo de Muriel Barbery descubierto para mí por mi mami cuando todavía nadie hablaba de él. Desde aquí chicas, miles de gracias y que no decaiga. ¡Je!
¿ALGUNA LECTURA DE LAS MÁS TEMPRANAS DE MI INFANCIA? Según me ha contado mi madre, porque yo era muy pequeña y no me acuerdo, un día trajo a casa un tebeo requisado en clase de un alumno suyo y a mí me gustó tanto que todo mi interés era aprender a leer para saber lo que ponía en las historietas aquellas. A partir de ahí todo fueron montañas de Zipi Zapes y Mortadelos. Luego los clásicos de Barco de Vapor: Fray Perico y su borrico, El pirata Garrapata...
El otro día me acordé al ver una reedición en una librería de lo que me gustaba una colección que discurría en un internado de chicas: Torres de Malory de Enid Blyton. Es que fui a un colegio de monjas y en aquellos años la disciplina, no voy a decir que era como en el internado inglés que se describía en los libros, pero no andaba muy lejos. Seguro que J.K. Rowling (autora de Harry Potter) también los leyó.
LEES, SÍ, PERO ¿ESCRIBES?: Escribir es una de las muchas cosas que no descarto hacer en un futuro. Nunca es tarde para eso. Y si no, ahí tenemos ejemplos de éxitos inesperados y tardíos como los de mi venerada y antes mencionada J.K. Rowling o María Dueñas. Yo quiero ser como ellas. Jui, jui, jui!!
Y añado:
¿CONSUMES BESTSELLERS O VAS A TU AIRE?: Nunca me han atraído los superventas. Que tanta gente coincida a la vez comprando el mismo libro me resulta sospechoso y tiendo hacia el lado contrario. Aunque como soy humana, alguna vez sí que he cedido al efecto marketing pero sin grandes resultados. La trilogía Millenium la tuve que leer bajo riesgo inminente de exclusión social y la verdad, me decepcionó profundamente. El único lanzamiento de este pelo que me entretuvo fue El Código da Vinci. Todo el fenómeno que vino después de novela pseudohistórica me resulta bastante cargante y falto de originalidad. Y la otra excepción a la regla ya la sabéis: H. Potter.