Revista Cultura y Ocio

Memento mori

Publicado el 10 septiembre 2014 por Aleon @Aleonpizarro
de César Pérez Gellida.

Llevaba mucho tiempo leyendo estupendas reseñas de esta Trilogía llamada Versos, canciones y trocitos de carne y, obvio, con muchas ganas de meterle mano. Pero claro, lo que siempre pasa, entre lecturas conjuntas, simultaneas y otros enredos en los que me meto era muy complicado dar un margen para poder leer más o menos seguido la Trilogía entera. Ahora sí que me lo he propuesto, así que al menos una al mes no hay quien me la quite.
MEMENTO MORI
Título: Memento MoriAutor: César Pérez GellidaTrilogía: Versos, canciones y trocitos de carne.Editorial: Suma de Letras, ebook, 2013Páginas: 588.
Resumen Oficial.

Septiembre de 2010. Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro San­cho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo dejaría marcado para el resto de sus días.
La investigación del asesinato de una joven ecuatoria­na a la que le han mutilado los párpados y cuyo cuer­po han encontrado unos versos amenazantes, ocupa las primeras páginas de esta novela negra narrada con un dinámico y atrevido lenguaje cinematográfico. Sin embargo, el autor nos arrastra por un camino inespe­rado al describir los hechos desde la perspectiva del propio asesino: un sociópata narcisista influenciado por la música más actual y por las grandes obras de la literatura universal.
La evolución frenética de los acontecimientos desem­boca en la intervención de uno de los especialistas más reconocidos en el comportamiento de los ase­sinos en serie. Este complejo triángulo emocional, unido a la intriga que envuelve al siniestro cómplice del asesino, hace que Memento mori se convierta en un profundo thriller de acción con banda sonora que atrapará al lector de principio a fin.
Impresión personal.

Cuando empecé a leer esta saga he tenido todo el tiempo la sensación de que había llegado tarde a algo. Parecía que todo el mundo había leído estas novelas menos yo y que ese retraso me estaba quedando fuera de algo realmente bueno sobre lo que no podía opinar. Por otro lado, como pasa muchas veces con el boca oreja, también tenía mucho temor de que tantas buenas opiniones dieran al traste con mis altas expectativas y la lectura me decepcionara. Bueno, ya tengo un tercio del camino andado y de momento la lectura ha sido más que satisfactoria y he pasado unos estupendos momentos de la mano del despiadado Augusto Ledesma y del policía Ramiro Sancho.
MEMENTO MORIHay varias cuestiones que han hecho de esta lectura, una buena lectura y en más de una ocasión, toda una experiencia. En primer lugar, siempre me llena de satisfacción que los autores me lleven de viaje a ciudades inusuales literariamente hablando, y es la primera vez que me transportan a Valladolid una ciudad en la que sólo he estado una vez por trabajo y de la que sólo recuerdo el Paseo Zorrilla. César consigue a través de las andanzas de los personajes descubrirme la ciudad y lugares en los que puedes estar lo mismo de marcha, que tomarte un buen café o una buena comida típica. Supongo que más de un vallisoletano o no recorrerá esas calles a modo de ruta propia de la Trilogía.
En segundo lugar, he empezado a disfrutar con la trama en sí misma. Casi todas las novelas negras, policíacas o similares cuentan con elementos comunes, pero lo que no suele ser común es el porqué de los hechos y como éstos se desarrollan. Y a mi personalmente, siendo asesinatos muy truculentos que otras novelas pueden contener, me ha llamado especialmente el fondo y la forma en que éstos ocurren y tengo muchas ganas de conocer hasta donde llega el asesino con ellos y con sus motivaciones. Porque, otro hecho que llama la atención, es que desde el principio conocemos al asesino, su nombre, sus gustos musicales, literarios y hasta gastronómicos; gran parte de su historia infantil y muchas de sus obsesiones junto con algún que otro motivo. Su trabajo, sus altas posibilidades económicas, su afán por escribir poesía, su narcisismo. En realidad, si Ramiro Sancho, el policía que le sigue la pista supiera lo que ya sabemos los lectores, no creo que hubiera caso. Y es que eso es lo más relevante: no por conocer al asesino y saber lo que va a a hacer en muchas ocasiones con antelación, la novela pierde interés. Es como una especia de "lío" para el lector. Una pequeña trampa del autor en la que no sabes muchas veces si estás de parte del "malo" o del "bueno". El malo es tan malo pero tan listo que muchas veces acabas pensando que cuando compite con el policía se merece ganar la partida porque el otro reacciona tarde y muchas veces, por pura suerte o casualidad. Y mira que este policía, Ramiro Sancho, me ha caído genial. Es, como decirlo, muy "normal" dentro de lo que suelen ser los policías que nos suelen presentar en las novelas negras; es buena gente, bonachón, diría yo y te entran ganas de ayudarlo y de "chivarle" lo que sabes.
MEMENTO MORI
Junto a estos dos personajes, acaba destacando en la historia Carapocha, el psicólogo criminalista que supuestamente ayuda en la investigación. Con él he pasado por dos momentos diferentes. El primero, el momento de rechazo total por lo engreído, lo tedioso de sus historias y sus puestas en escena. Luego, el momento sorpresa que no revelo pero que me quedó totalmente K.O. y con la boca en forma de O. Creo que este personaje dará mucho "juego" más adelante.
En otro orden de cosas, Memento Mori (Recuerda que morirás) no sólo se lee bien porque la trama enganche, que lo hace desde la primera página, sino porque su estructura resulta muy ágil intercalando capítulos alternativos casi siempre entre lo que hace o piensa el asesino o lo que hace o piensa la parte policíaca. Esto le da una gran fluidez a la lectura, a lo que se suma toda la parte que se va  incorporando de versos o lecturas y la musical. Gracias a la recopilación de las canciones que ha hecho César, y que nos facilitó hace muy poco en Spotify, he podido escuchar algunas canciones a la vez que lo hacía el asesino y sinceramente con alguna se te ponen los pelos de punta. No es una música que me guste especialmente aunque si he disfrutado con Leonard Cohen y con alguna canción de Bunbury, escuchada en el momento preciso.
El desenlace es, desde luego, insospechado y sorprendente. El justo para estar deseando comenzar con la siguiente y ver que nuevas sorpresas nos deparan los personajes.
En conclusión, una novela negra de las buenas donde las haya, de un autor español que no tiene nada que envidiarle a ningún extranjero y en una ciudad y con unos personajes de gran talla, cada uno en su papel y con su propia filosofía de vida.

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