Revista Cultura y Ocio
«Una población de incautos, acabará inexorablemente siendo explotada por los tramposos.»
En su libro El gen egoísta, el etólogo Richard Dawkins inventó el término meme para describir una unidad de evolución cultural humana análoga a los genes, argumentando que la replicación también ocurre en la cultura,
aunque en un sentido diferente. El
meme es una unidad de información residente en el cerebro y el
replicador mutante en la evolución cultural humana. Es un patrón que
puede influir sobre sus alrededores y es capaz de propagarse.
El meme podría ser cualquier cosa que se copia
de una persona a otra, ya sean hábitos, habilidades, canciones,
historias o cualquier otro tipo de información. Los
memes, como los genes, son replicadores. Es decir, son informaciones que
son copiadas con variaciones y selecciones. Puesto que sólo algunas de
la variaciones sobreviven, los memes (y por tanto las culturas humanas)
evolucionan. Los memes se copian por imitación,
enseñanza u otros métodos, y compiten por espacio en nuestros recuerdos
y por la oportunidad de ser copiados de nuevo. Grandes grupos de memes
que se copian y transmiten juntos se llaman memes complejos coadaptados,
o memeplexes (del inglés meme complexes).
Dado que el proceso de
aprendizaje social cambia de una persona a otra, no puede decirse que el
proceso de imitación sea completamente imitado. La igualdad de una idea
puede ser expresada con diferentes memes de apoyo. Esto quiere decir
que la tasa de mutación en la evolución memética es extremadamente alta, y que las mutaciones son incluso posibles
dentro de todas y cada una de las interacciones del proceso de
imitación. Esto resulta muy interesante cuando advertimos que existe un
sistema social compuesto de una compleja red de microinteracciones, pero
a un nivel superior surge un orden para crear la cultura.
La memética puede entenderse simplemente como un método de análisis
científico de la evolución cultural.
El más grande de todos los memes es el concepto de dios, y su supervivencia radica en un gran atractivo sicológico como es el proveer respuestas superficiales y plausibles a las cuestiones más profundas y turbadoras de la existencia humana, sugiriendo que las injusticias de esta vida pueden corregirse en una vida posterior.
Nuestra sociedad en particular ha asimilado que el consumismo, el neoliberalismo, la corrupción, el aborregamiento, incluso la crisis, la prima de riesgo, la tasa de desempleo, el rescate de bancos y en general todo lo que hace la gente a nuestro alrededor, es el comportamiento correcto y no se da cuenta de que está inmersa en un proceso que ha podido ser manipulado por entidades que desean que las cosas sigan funcionando como lo están. Los medios de comuicación se encargan de transmitirlo de manera soterrada pero efectiva, a tal punto que es increible la similitud del comportamiento de las personas en esta sociedad, como si hubieran sido hechas con un sólo molde.