Vivimos en generaciones. Para mucha gente menor de treinta años, imagino que Alan Rickman era uno de los malos de Harry Potter. Para mi, entre otras muchas cosas, siempre será el Eadmon de Valera en la magnífica película de Neil Jordan en la que entendí que el nacionalismo no es mas que esas historia que te cuentan de niño en la hoguera, como dice Michael Collins al final de la película
Sit tibi terra levis