Hace ya mucho tiempo que les hablé del disco de debut de esta banda australiana tan carismática que eran Men At Work. Aquel lp “Business As Usual”, que incluye 2 clásicos del pop de comienzos de los años 80 de la talla de “Who can it be now?” y “Down Under”. Estimo hoy presentarles el que fuera 3er. y último trabajo de la formación liderada por el cantante y guitarrista Colin James Hay.
Este disco fue el trabajo con el que inauguré mi era 2.0 musical. Me explico, fue el 1er. disco que me descargué utilizando el programa P2P Ares en septiembre de 2007 en un centro de acceso público que frecuenté durante 5 años más o menos. No obstante, no tengo cargo de conciencia alguno, debido a que este trabajo es imposible de encontrar en las tiendas, estando en la actualidad completamente descatalogado. Los otros 2 discos del grupo los tengo en formato cd original y no duden que si este “Two Hearts” hiciera acto de presencia en la serie media en alguna remasterización algún día, me haría con él.
Después del masivo “Business As Usual”, Men At Work mantuvieron el nivel más que sobradamente con la edición de “Cargo”, su 2º disco de estudio, que ofreció otra serie de buenos temas, destacando los sencillos “It’s a mistake” y “Overkill”. Tras la correspondiente gira de este disco, el grupo se veía muy presionado por su casa de discos para editar un nuevo lp que continuara la exitosa tradición. Allá por 1985 comenzarían las tensiones dentro del grupo, con el consecuente abandono de algunos de sus miembros. Finalmente la banda terminaría editando su ansiado nuevo álbum, que algunos indican que es un mal disco, pero personalmente yo, como suele ser habitual, no estoy de acuerdo con esas afirmaciones. Vamos a ver qué es lo que nos aporta “Two Hearts” de Men At Work.
“Man of two hearts”, que de alguna forma es la pista que da el título al lp, nos puede evocar algo a “Dr. Heckyll y Mr. Jive”. Se puede ver que las marcas sonoras de Men At Work siguen presentes, gracias a esta animosa canción que da comienzo a la obra. Fue escogida como single, pero el tema no consiguió entrar en los charts, quizás de forma algo injusta, ya que estimo que como poco uno de los últimos puestos de la lista podría haber ocupado. Como apertura del disco no está nada mal, creo que juega perfectamente su papel y supone una bienvenida correcta. “Giving up” es un medio tiempo, con unos marcados acordes de la guitarra eléctrica en sentido ascendente en la parte del estribillo, que a la par vienen a ser su principal signo distintivo, de la que se encarga Greg Ham al micrófono. Mejor supone la balada “Everything I need”, que fue single, y aunque no llegara muy alto en los charts, como sí habían hecho los sencillos de los discos anteriores del grupo, es un buen tema, que viene a mostrarnos a los Men At Work en un territorio que no habían pisado hasta el momento. “Everything I need” es la canción más sentida que editaron Men At Work en su triada de discos de estudio y sin duda es un clásico menor dentro de su obra. Siempre me supone una cálida satisfacción escuchar esta canción, bien sea en su versión de estudio o en la acertadísima toma en directo del posterior lp en vivo “Brazil” de mediados de los 90. “Sail to you” es la pista más insanamente loca de “Two Hearts”. Puede resultar algo estridente, motivado ello sobre todo por los chirriantes sintetizadores que incluye, pero no deja de ser curioso escuchar a Colin Hay moverse en sus registros vocales más agudos y exagerados, sobre todo en el estribillo sostenido que contiene. Es una pieza, que para bien o para mal no te deja indiferente. A mi personalmente me gusta, tanto por su ritmo saltarín, como por esas disonantes notas electrónicas que aporta, y también por el revolucionado Colin Hay a las voces. En 5º lugar encontramos una canción interesante por los sintetizadores tan acusados que tiene, pero que tiene un enfoque distinto a la predecesora “Sail to you”. Hablamos de “Children on parade”. Tiene un toque o carácter algo derrotista en su melodía, o más bien conformista, que será denominador común en bastantes de los temas que forman parte de “Two Hearts”. Como curiosidad de nuestro programa de radio, apuntarles que fue parte de las canciones de fondo que utilizamos en nuestra 1ª temporada.“Maria” es quizás la canción que menos gracia me hace del disco. No es que sea mala, pero en todo caso se trata de una canción pop demasiado inofensiva y sin ningún elemento que la haga destacar en algún sentido. Cumple el expediente, pero sin alardes. Su mayor interés es que nos viene a mostrar en gran parte las formas que adoptará Colin Hay en varias de sus composiciones de su carrera en solitario que comenzaría tras la disolución del grupo. “Stay at home” es otro momento cedido a Greg Ham como vocalista y que en todo caso mejora su anterior presentación a las voces, que como recordarán fue el 2º corte “Giving up”. Para mi gusto, 2 de las mejores composiciones se van a situar entre las últimas 3 piezas que contiene “Two Hearts”. La primera de ellas es la trabajosa “Hard luck story”, de la cual destaco esos sonidos de saxofón tan sesudos que incluye el estribillo a modo de adorno y que en parte nos evoca a ciertas gloriosas secciones de “Business As Usual”, como era la monumental composición “Touching the untouchables”. La otra será la desesperanzada canción “Still life”, que será en definitiva el cierre de la obra, pero antes nos encontraremos con “Snake and ladders”, la cual por el simple hecho de situarse entre “Hard luck story” y “Still life” adolece de un fuerte agravio comparativo, presentándose como una canción pop de fácil olvido. “Still life” es de las que más suelen gustar a la gente que han tenido opción de escuchar el disco. Como final de álbum queda que ni pintada, con ese sonido vagamente oriental que tiene su melodía. Viene a demostrar que las apariciones de Greg Ham como vocalista han ido en sentido ascendente en lo que a calidad y acierto se refieren; ¿qué hubiera pasado si el disco hubiera tenido 14 canciones? Si hubiera seguido esa tendencia, probablemente Ham hubiera terminado cantando una obra maestra. Aquí Colin Hay aporta unos coros bastante apropiados para escudar a su buen amigo Greg en la parte del estribillo, el cual es estupendo con ese reproche de su letra “amarte podría haber sido tan fácil, pero hay algo que no entiendes”; de alguna forma parece ser un mensaje lanzado por el grupo frente a la incomprensión que algunos sectores de la crítica tenían hacia la banda.
“Two Hearts” fue un enorme fracaso y sus singles correspondientes, menos “Everything I need” (y de forma muy tímida), fueron igual de desastrosos en el aspecto comercial y mediático. Si antes de que se empezara a ensamblar el disco ya se habían marchado (o creo que incluso habían sido echados por la compañía) el bajista John Rees y el batería Jerry Speiser (y durante la grabación fue el guitarrista Ron Strykert quien se dio el bote, aunque la foto que les he puesto como encabezamiento todavía muestre al quinteto original; no he encontrado fotos de la época del disco del dúo Hay-Ham), tras el batacazo de la obra, el grupo se disgregó definitivamente.
Colin Hay comenzaría una aceptable trayectoria en solitario, con momentos puntuales de cierto éxito como su primer disco “Looking For Jack” y con piezas individuales muy meritorias como la genial composición pop “Into my life”, perteneciente a su disco de 1990 “Wayfaring Sons”.
Lo mejor se produjo en 1996, cuando Hay y Ham se reunieron con otros músicos para revivir Men At Work en una serie de conciertos por Brasil (lugar donde la banda fue y sigue siendo muy popular), de cuyos shows se grabó el notable disco en directo “Brazil”. El sonido es excelente, el ambiente que se nota en la grabación es inmejorable y en las versiones de las canciones se puede comprobar que la banda estaba con una buenísima disposición. Desde esa puntual reunión, Colin Hay y Greg Ham se han juntado puntualmente, como por ejemplo cuando en la ceremonia de clausura de los JJOO de 2000 de Sydney se marcaron la interpretación de “Down Under”.
Creo que “Two Hearts” es un disco aceptable. En conjunto no difiere tanto respecto a “Business As Usual” o “Cargo”, salvo por la menor presencia del saxofón. Lo que sí es evidente es que carece de un single clásico de la talla de un “Down Under” (recientemente acusada de forma ridícula de plagio de una canción infantil) o “It’s a mistake”. En todo caso, estimo que lo que fue la última obra de estudio de Men At Work es un álbum muy agradable de escuchar. Jamás entenderé a todos aquellos que critican o ridiculizan de forma tan sangrante a Men At Work; está muy bien eso de tomarse en serio la música (de hecho yo creo que así me la tomo), pero a veces conviene relajarse y pasarlo bien, y creo que en ese terreno Men At Work realmente funcionan.
El pasado miércoles falló nuestro servidor de Radio Universitaria de Alcalá de Henares y no sonó el nuevo programa que se iba a emitir dedicado a “Vauxhall And I” de Morrissey, sonando por error nuevamente el espacio dedicado a OMD y su “The Pacific Age” de la semana anterior. Confío en que este miércoles puedan escuchar a Mozzer y la revisión en nuestra hora de radio de su gran disco de 1994. Si lo desean, esta tarde a las 19h pueden volver a escuchar a Orchestral Manoeuvres In The Dark.