Revista Ciencia

Mendel, el de los guisantes

Publicado el 13 marzo 2018 por Icmat

Uno de los episodios más famosos de la Biología permanece siempre en nuestro recuerdo de los tiempos escolares, el descubrimiento de las leyes de la herencia debidos al monje checo Gregor Johann Mendel.

Mendel, el de los guisantes

Gregor Mendel

Gregor Mendel nació el 20 de julio de 1822 en Heinzendorf, parte hoy en día de la República Checa, pero que en esa época pertenecía a Austria. El 9 de octubre de 1843, entró como monje  en el monasterio agustino de Brno, donde fue ordenado sacerdote el 6 de agosto de 1847. Mendel era hijo de granjeros, y así transcurrió su vida, estudiando en la escuela en Opava y Olomuc. Al no poder seguir pagando su educación, optó por entrar en el monasterio, que le parecía una manera de vivir sin angustias por la subsistencia y le daba la posibilidad de continuar con sus inquietudes científicas. De hecho, en 1950 pudo asistir a los cursos de la Universidad de Viena para adquirir una educación más académica. Aunque trató de conseguir una plaza de profesor de instituto, no fue capaz de superar los exámenes orales y continuó en el monasterio, donde llegó a ser abad.

Mendel, el de los guisantes

Museo de Mendel en Brno

Mendel es considerado como el padre de la Genética moderna, por sus estudios sobre la variación en las plantas de guisantes. Comenzó sus experimentos con estas plantas en 1856, tratando de buscar las leyes de la herencia.

Mendel describió los resultados de sus experimentos en un artículo titulado “Versuche über Pflanzenhybriden” (“Experimentos sobre la hibridación de plantas”), que presentó en dos sesiones de la Sociedad de Historia Natural de Brno, y publicó en la revista Verhandlungen des naturforschenden Vereines en 1866. Aunque hoy en día se le considera un artículo seminal, fue ignorado en esa época. Desgraciadamente, Charles Darwin no lo conocía; seguramente habría influido notablemente en su trabajo.

Mendel cultivó inicialmente dos variedades de guisantes, unos de color amarillo y otros verdes. Después seleccionó otras plantas con características que se podían identificar fácilmente, como guisantes lisos o rugosos. Estos caracteres (que hoy identificaríamos grosso modo como genes), le permitieron cruzar una y otra las variedades y anotar los resultados. La gran aportación de Mendel fue usar métodos estadísticos para cuantificar los experimentos. Esto le permitió enunciar sus famosas tres leyes:

Primera ley o principio de la uniformidad: «Cuando se cruzan dos individuos de raza pura, los híbridos resultantes son todos iguales

Segunda ley o principio de la segregación: «Ciertos individuos son capaces de transmitir un carácter aunque en ellos no se manifieste».

Tercera ley o principio de la combinación independiente.

Mendel, el de los guisantes

En este video se puede encontrar una divertida y clara explicación de los experimentos y resultados de Mendel

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El trabajo de Mendel fue ignorado hasta 1900, cuando los científicos Hugo de Vries, Carl Correns, Erich von Tschermak y William Bateson, “redescubrieron” los postulados del monje agustino sobre la herencia, denominándolos “leyes de Mendel”.

En 1936, Ronald A. Fisher, uno de los fundadores de la estadística y la genética de poblaciones, estudió los experimentos de Mendel y puso en duda sus resultados: parecía imposible que fueran tan ajustados a las hipótesis (lo que se dio en llamar la paradoja mendeliana). Sin embargo, otros estudios aseguran que Fisher no interpretó adecuadamente esos experimentos. En cualquier caso, la genética no sería igual sin las leyes formuladas por Mendel.

Mendel, el de los guisantes

Él no pudo ver el triunfo de sus ideas, ya que falleció en Brno el 6 de enero de 1884. Recientemente, he podido leer el cuento “La carta de Mendel”, parte del maravilloso libro “La fiebre negra” de la escritora norteamericana Andrea Barrett, en la que Mendel es uno de los personajes: Barrett cuenta como la sugerencia del científico suizo Carl Nägeli de extender los experimentos de los guisantes a la vellosilla (que no es adecuada por su manera de reproducirse a este método) llevó a Mendel a la frustración. A pesar de mantener una correspondecia con Mendel, cuando publicó su libro en 1884, omitió deliberadamente toda referencia a Mendel.

Mendel, el de los guisantes

Vellosilla (Hieracium pliosella)

Este año de la Biología Matemática debe servir para poner de manifiesto el excepcional trabajo de Gregor Mendel, y su aplicación pionera de los métodos estadísticos a la biología.

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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, ICSU).

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