A tenor del artículo publicado en Huelva Información, la reducción de la plantilla de tratamiento en las prisiones, "conllevará un aumento de la conflictividad a nivel interno, y a nivel externo un notable aumento de la reincidencia". Este hecho parece banal y alarmista pero unos recortes de este tipo ya están produciendo un deterioro importante de nuestras funciones, un desgaste sobreacentuado y un déficit en la calidad de los programas que se llevan a cabo. Y esta realidad no se produce sólo en el Centro Penitenciario de Huelva, sinó que se extiende a otros penales.
Aplaudiendo los recortes
Los y las educadores/as sociales, por compromiso social y profesional, seguimos luchando por un reconocimiento de nuestro trabajo y de los derechos de nuestros educandos, entendiendo que perjudicar a colectivos vinculados al ya desaparecido Estado del Bienestar sólo conlleva pobreza, mayor exclusión social y un aumento de la conflictividad social.Aquellos/as diputados/as que aplaudieron los últimos recortes anunciados seguro que son conscientes del paso al abismo a la que nos están condenando y seguro que tienen las herramientas necesarias para evitarlo. Pero supongo que no serán ellos los que acaben robando en un supermercado o pidiendo no salir de prisión porque no tienen donde ir. Quizás un paseo exhaustivo por algunas de nuestras cárceles y algunas entrevistas con familiares de internos/as presos/as, les hace ver la realidad que están provocando. Sólo así, quizás, se les remueve algo llamado "conciencia".