Mens sana in corpore sano

 De eso se trata, de no descuidar nuestra salud mental ni por supuesto la física.  Para la mente me ayudo de la Naturaleza y en lo posible trato de compartir estas sensaciones de relajo y plenitud que alcanzo disfrutando de la belleza que nos rodea en un marco tan incomparable como es la zona oriental cántabra.  Habitualmente utilizo el blog para mostrar estos secretos tan cercanos y desconocidos para el gran público pero, en esta ocasión, el medio del que me valgo es una exposición fotográfica en la que se trata de dar valor a los valores naturales del municipio de Laredo.
 Para ello la concejala de Medio Ambiente, Pilar Santisteban, pensó en el prestigioso fotógrafo y amigo Jaled Ibarra, y en el que os escribe aquí cada semana.
 Al acto de inauguración el día 6-6-14 acudieron entre otros el alcalde de Laredo, Ángel Vega, y el consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Javier Fernández, que parecieron muy satisfechos con el resultado de nuestro trabajo expuesto en los jardines del Ayuntamiento, un lugar ideal para hacerlo visible a mucha gente.
 Atendiendo a la prensa local. Nota en la página del Ayuntamiento.
 La exposición consta de 5 grandes cubos en los que se explican los distintos ecosistemas y la avifauna que en ellos habitan, tanto para los vecinos de Laredo como para los ocasionales visitantes que durante este verano pueden descubrir otros encantos y bellezas que nos ofrece nuestra villa aparte del típico turismo de sol y playa. Resultan especialmente llamativas las fotografías aéreas de Jaled Ibarra que nos dan un punto de vista diferente de paisajes tan conocidos como El Regatón o La Atalaya. 
 Después de haber alimentado la mente y el espíritu con imágenes espectaculares y sorprendentes, prestemos un poco de atención a nuestro muchas veces abandonado cuerpo, que lo uno siempre ayuda a lo otro. Correr una maratón es un reto para cualquier amante del deporte y, Laredo, recuperaba esta mítica distancia después de 13 años de ausencia por lo que me fue prácticamente imposible escapar de su dulce y estimulante llamada. Ahí tenéis a Joserra, ornitólogo transmutado en maratoniano, que completó una carrera preciosa por recorrido, ambiente y organización.
 Otros sufrimos los rigores del calor y la distancia sin perder la sonrisa, en una prueba que es un reto personal que hay que saber disfrutar.
 Mi preparación llegó muy justa para el día señalado, 8-6-14, pero no me iba a echar atrás por esas menudencias.
 Félix saludando a la familia.
 Joseba completó una buena carrera.
 Y aquí me tenéis intentando seguir a Vicente, un experto en pruebas de ultrafondo para el que los 42 km de ese día eran un simple entrenamiento. 
Gracias a su experiencia parecía acercarme al reto de bajar de 4 horas y así sucedió hasta el km 35 momento en que los 26 º que marcaba el termómetro y el cansancio acumulado comenzaron a hacer mella en mi vulnerable "corpore".  Estos fueron mis pasos por los siguientes km:  Km 10,5     59:49 Km 21     1:59:20 Km 31,5   2:58:21
Los últimos 7 km fueron agónicos (como deben ser en una maratón que se precie) y en vista de que no podría bajar de tiempo soñado de 4 horas me dediqué más a cuidar la hidratación y alimentación para no sufrir una desagradable sorpresa de última hora en forma de tirón muscular o desfallecimiento que me dejara sin el premio principal de atravesar la linea de meta acompañado de mi hijo Daniel. Reto conseguido (4:09:30) y, tanto alimento para cuerpo y espíritu, que probablemente continúe entrenando aunque de modo más moderado ya que no creo que vuelva a correr una maratón en muuchos años. Bueno, ya veremos...