Esta semana repasamos uno de los clásicos: Mentes peligrosas. Todos la conocemos, la hemos visto mil y una veces y hemos oido su b.s.o (estupenda por cierto). También conocemos a su protagonista, Michelle Pfeiffer, en un papel pensado para su lucimiento, acompañada en el film de un elenco de jóvenes actores con poca participación en el cine desde entonces.
Vemos en la película ejemplos de cómo la atención a los alumnos y el apoyo necesario que les aportan los profesores pueden suponer un refuerzo en sus vidas, que en casos de marginación social, implique grandes diferencias en su día a día.
Un buen profesor no solo se preocupa de educar en la materia que corresponda (matemáticas, lengua, biología,…) a sus alumnos, también se implica en educarlos para vivir, para enfrentarse a la sociedad y saber desenvolverse en ella. Se implica sin hacer diferencias entre “tontos y listos” y se implica gastando tiempo en ver las necesidades de cada alumno. Algo muy difícil cuando la clase la componen más de 40… Pero aún así los buenos profesores se siguen esforzando.
Os invito a que la veáis de nuevo prestando mayor atención al papel como profesora de Michelle Pfeiffer, y a las tareas que desarrolla como educadora fuera del ámbito habitual. Podéis encontrarla en el catálogo de dvd de las bibliotecas públicas o en www.wuaki.tv
Hasta la próxima semana