No quiero hablar contigo, pero quiero que me llames, no quiero que me veas, pero quiero que crucemos miradas,quiero distancia pero a la vez necesito tu apoyo, quiero que me abraces, que me roces, y es que en el fondo solo quiero sentir tu aliento.Te mentí. Lo siento. Y cuando digo lo siento sé que otra vez te miento. Pero hurgando en el interior de mi conciencia no me arrepiento, puedo justificar mi mentira y escapar del aprieto. Así es como de ser una pequeña mentirosa me he convertido en una gran experta del engaño y no hago más que escapar de la realidad. Como resultado, mis pecados provinciales se convierten en pecados capitales y de Madrid nadie puede escapar. Menos mal que la realidad tiene más imaginación que yo, es ingeniosa y astuta, solo ella consigue destapar mis falacias y autoengaños.La realidad me obliga a decirme “Tú no eres así, no eres embustera ni farsante. Tú vas con la verdad por delante”
Y lo siento, pero otra vez, vuelvo a mentir.Eline Sophie Wubbolts
