Ramoncina, por lo visto, es el avatar que circula por la red de la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde. Debe ser por eso de compartir la beligerancia del Rey del pollo frito contra las peluquerías y las representaciones de los clásicos de Lope. Lo de ‘asustante’ es una perla que soltó a cuento de las fotocopias que la gente hace de los libros, o como se conoce en argot marinero: la piratería. Desde luego, nadie le puede quitar a Zapatero el mérito de ser un artista de lo suyo: pone a un huelguista de ministro de trabajo, a una separatista de ministra de Defensa y a una inculta de ministra de Cultura ¿o ésta es ya la segunda?
En cualquier caso, yo no hubiera reparado jamás en la tal ministra ni en todo el Ministerio, aunque me empotrase contra él con un autobús; de no ser, claro, por las declaraciones que ha tenido a cuento de las picantes revelaciones de Sanchez Dragó.
No voy a entrar en las implicaciones morales del asunto Dragó; creo que eso es algo entre él y su sacerdote; aunque como creo que es budista, pues entre él y su sensei. De todas formas, lo cierto es que, al menos en España, eso de lo que habla no es delito, y oye: una de 40 también puede ser una de 13 a la que le han echado un montón de años y de responsabilidades públicas encima.
No. Lo que me preocupa del asunto Sinde es la famosa hipocresía socialdemócrata, o la perenne doble vara de medir progresista: mientras se hacen cruces los Wyomines, y los bustos mediáticos progresistas despliegan todos los recursos histrionicos de su famosa obra de teatro 'La puta violada'. Por otro lado, esos mismos correveidiles se la cogen con papel de fumar, si de quien hay que hablar es de los suyos.No quiero remontarme a la filmografía del director estrella del progresismo: Almodovar; bastante más que aperturista con la prostitución infantil en “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”. Aquello de Gurruchaga haciendo de dentista y el hijo 'aquí te dejo' de Carmen Maura. Tampoco quiero entrar a analizar las enseñanzas morales del relato Patty Diphusa, también de Almodovar, que si mal no recuerdo contiene párrafos de estilo autobiográfico, muy a tono con lo denunciado en el texto de Sanchez Dragó. Lo que me gustaría entender es porqué para Gonzalez-Sinde “Pedro es magnífico” y, sin embargo, su opinión sobre Sánchez Dragó es la de que "La literatura no puede ser una coartada".Igual tiene que ver con su propia experiencia, ya que como guionista, podemos comprobar en su filmografía ciertas imperfecciones morales, y es irónico porque mientras se nos pontifica sobre 'coartadas' desde su inmaculada dignidad ministerial, lo cierto es que por detrás hay más microbios que en las tapas de los váteres de la ONCE.Yo no he visto ninguna de sus operas prima, secunda, tertia… pero aquí las copio a continuación, porque me consta que algunas ellas como, por ejemplo, “Mentiras y gordas” son una apología del adolescente tratado como mero objeto sexual, aparte de un decálogo del abuso de las drogas entre colegiales. Aquí pongo la lista. Invito a cualquiera que haya visto una de estas películas a que comparta esos momentos 'sanchez-dragó' de la filmografía de Sinde, u otros por el estilo. ¿A ver si somos tan limpios como ufanos?Filmografía como gionista de Ángeles González-Sinde
- La buena estrella (1997), de Ricardo Franco.
- Lágrimas negras (1998), de Ricardo Franco.
- Segunda piel (1999), de Gerardo Vera.
- Las razones de mis amigos (2000), de Gerardo Herrero.
- Antigua vida mía (2001), de Héctor Olivera.
- El misterio Galíndez (2003), de Gerardo Herrero.
- Manolito Gafotas - serie de TV (2004), de Antonio Mercero.
- La suerte dormida (2003).
- La vida que te espera (2004), de Manuel Gutiérrez Aragón.
- La puta y la ballena (2004), de Luis Puenzo.
- Entre vivir y soñar (2004), de Alfonso Albacete y David Menkes.
- Heroína (2005), de Gerardo Herrero.
- Los aires difíciles (2006), de Gerardo Herrero.
- Todos estamos invitados (2007), de Manuel Gutiérrez Aragón.
- Una palabra tuya (2008).
- Mentiras y gordas (2009).
- La suerte dormida (2003).
- Una palabra tuya (2008).