Revista Toros

Mentiras y verdades

Por Malagatoro

El primero quinta

El primer ejemplar con el que se las tuvo que ver El Juli. Para suvenir de los turistas que visitan Málaga o para ponerlo en el llavero


Plaza de Toros de la Malagueta. Lunes 15 de Agosto de 2011. Casi lleno
Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez y cuatro de La Quinta muy mal presentados, terciados y anovillados, y descastados. Fueron pitados en el arrastre primero y último.

A caballo:
Manuel Manzanares: saludos y silencio.

A pie:
El Juli: estocada desprendida saliéndose (Saludos desde el tercio). Dos pinchazos, y estocada atravesada y trasera (Leves pitos).
José María Manzanares: estocada recibiendo caída y tendida. Oreja con petición de la segunda y bronca al presidente. Pinchazo contrario y caído, y bajonazo (Saludos).


Empecemos contando algunas mentiras

1ª) Que ayer pudimos comprobar que el apuntarse a la corrida de La Quinta era un auténtico gesto de los figurones del toreo Juli y Manzanares. La presentación de los cuatro ejemplares fue impecable, cuatro tíos, enmorillados, musculados y bien rematados, que transmitían esa sensación de admiración y respeto del toro con trapío.

2ª) Que gracias a la firmeza del presidente del festejo don Ildefonso Dell´Olmo en los corrales, pudimos ver este corridón de toros. No se plegó a las exigencias de don Roberto Domínguez y don tono Matilla, que por otra parte fueron menos de las esperadas, ya que sus toreros querían hacer este gesto por el bien de la Fiesta y porque sabían que estaban en una plaza de primera categoría, exigente en los tendidos, en el palco y en la crítica. Es por ello que don Roberto volvió a mandar al Parque a la media docena de gatos que traía por si las moscas. Que tampoco es cierto lo que maledicentes bocas decían de que si no llega a ser porque las mulillas iniciaron el arrastre de toro, el presidente hubiera sacado el segundo pañuelo que ya tenía asido y le hubiera otorgado el segundo apéndice a Manzanares. Todo lo contrario, pues  bien sé que don Ildefonso, por la defectuosa colocación de la espada, jamás hubiera concedido la segunda oreja. Por mantener la seriedad y el prestigio de la Malagueta hay que felicitar efusivamente a don Ildefonso. Ese es el camino señor presidente. Siga así. Enhorabuena.

3ª) Que el que Ponce no aceptara tomar parte en tan arriesgado envite, finalmente benefició al desarrollo festejo. Gracias a ello pudimos admirar la clase y la pureza del toreo a caballo del hermanísimo Manuel Manzanares. Tal es así, que uno que no entiende de rejoneo, no se aburrió viendo a tan excelso jinete y, según me contaban los entendidos, bien colocado en los cites y clavando en el estribo. Por cierto, con el rejón de muerte como Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, todo un cañón. Y había algunos que dijeron que para venir este rejoneador, mejor que pusieran a Mancebo. Las cosas que hay que oír.

3ª) Que los de La Quinta fueron toros fuertes, encastados y bravos, empujando con clase en el caballo y  propiciando una suerte de varas emocionante. En el último encuentro del cuarto pavo con la cabalgadura, el exigente público de la Malagueta abroncó al picador por retirar la vara a tan bravo ejemplar. Ya están advertidos los del castoreño de que en Málaga ya no se aplaude por no picar. Ven como aquí vamos progresando adecuadamente.

4ª) Que el Juli está donde está porque sale entregado en todas las plazas. Ayer lo demostró en Málaga. Fue todo ganas y decisión, todo un ejemplo de ética del toreo para los compañeros del escalafón. Así debe venirse a una plaza del prestigio de la Malagueta, a darlo todo y no a pajarear y  llevárselo calentito en la talega. Etica la de este torero que se entrega incondicionalmente en todas las plazas y ante todos los públicos, sin reservas exclusivas para  las plazas de importancia.

5ª) Que don Julián dio todo un recital de toreo de capa y que con la muleta estuvo en torero puro y ortodoxo, citando dando el medio pecho, toreando con la panza de la muleta, con quietud, temple y ligazón, dando siempre las ventajas al toro. Los vídeos de las faenas de ayer del Juli debieran ponerse en las escuelas taurinas para que sus alumnos aprendan, de una vez por todas, lo que es el más puro toreo moderno, el del siglo XXI.

6ª) Que lo que caracteriza al toreo de Manzanares, no es la gran estética y el empaque que posee y que están muy por debajo de sus cualidades técnicas. Ya saben esas cosas que están malditas en el toreo moderno: no citar fuera de cacho, con la muleta plana, cargando la suerte. Ayer pudimos comprobar que torear con el compas muy abierto no da largura a los pases, por el contrario los hace más hondos. Por ello, la emoción de su toreo, que lo es, radica en sus cualidades técnicas y no artísticas o estéticas.

7ª) Que lo que es también digno de admiración, fue el componente ético que ayer mostraron en su toreo ambos miembros del G-10. Los dos, de forma consciente, asumieron riesgos al conceder todas las ventajas posibles a sus oponentes, para conseguir el máximo lucimiento. También para enseñárselo a los alumnos de las escuelas taurinas.

8ª) Finalmente, destacar la sensibilidad del maestro Puyana cuando su banda arrancó con un soberbio pasodoble, para tributar el reconocimiento por la gran actuación toda la tarde de Juan José Trujillo en su plaza, y rendirle merecido homenaje  al cumplirse diecisiete años de su alternativa en el coso del paseo de Reding. Todo un detalle maestro. 

Y también algunas verdades:

1ª) La extraordinaria cuadrilla de Manzanares, destacando Javier Blazquez en banderillas y, sobre todo,  Curro Javier en la brega y Juan José Trujillo con el capote y los garapullos. Profesionalidad, eficacia, verdad y torería en estos grandísimos toreros de plata. La gran ovación, la más justa de la tarde, tras el tercio de banderillas al último toro, la que recibieron estos tres sensacionales toreros con el público que casi llenaba la Malagueta puesto en pie.

2ª) El que, acertadamente, Agustín Hervás ha denominado como brindis de honor. El que Manzanares hizo a Trujillo para recordarle que en esa misma plaza y en ese mismo lugar del ruedo, un también quince de agosto de hace diecisiete años  se doctoró en tauromaquia con un toro de Torrestrella, apadrinado por el Faraón de Camas y siendo testigo Julio Aparicio. Y Manzanares con ese detalle que le honra y engrandece, también quiso tributarle su agradecimiento por el gran honor de llevar a tan gran torero en su cuadrilla.

3ª) La suerte de matar ejecutada por Manzanares. La estocada recibiendo a su primero echándole la muleta a la cara, esperando a pie firme a que el animal se arranque, para con la inercia de la embestida clavar el estoque. La variante suprema de la suerte de matar. La más bella y arriesgada, la que se denominó “estocada de ley”. Lástima la colocación defectuosa de la espada, pero a la pureza en su ejecución no se le puede poner ningún pero. Felizmente, Manzanares ha recuperado esta suerte que estaba prácticamente olvidada. Todo un as de espadas.

¡Paz y salud!


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