Praga es una ciudad encantadora que tiene una magia especial que cautiva a casi todo el mundo que la visita. Cientos de años de historia acumulados en sus calles, diversos estilos arquitectónicos, un lugar central en Europa, hace de ella un lugar único para visitar todas las épocas del año.
Por estas épocas los mercados navideños aparecen por muchas de las ciudades Europeas, y Praga no es la excepción, así que porque no combinar la magia de la ciudad, con la magia de las navidades, para pasearse por las calles de esta ciudad y perderse por los mercados que la ciudad nos ofrece. Disfrutando del olor a castañas asadas, sentir el frío en tu cara, mientras disfrutas de un vino caliente, y pruebas alguna de las dulces que tenemos a nuestra disposición.
En Praga existen diferentes mercados, donde se ofrecen diversos productos de manufacturación artesanal; comida típica de la República Checa; diversos típos de bebida calienta para combatir el frío tales como el vino caliente, hidromiel caliente, chocolate; también cerveza checa, adornos de navidad, etc. Un lugar perfecto para poder perderse durante un par de horas, comiendo algo local, disfrutando del marco incomparable que ofrecen los edificios alrededor y buscar algún regalo para los seres queridos.
Los mercados se extienden por diversas partes de la capital, aunque los más grandes y populares serían los que se sitúan en: Namesti Miru (Plaza de la paz), Vaclavske namesti (La plaza de Venceslao), Staromestke namesti (La plaza vieja), Namesti republiky (la plaza de la república). Como habrás podido apreciar, namesti en checo significa plaza, y es en ellas donde se celebran la mayoría de los mercados.
Quizás el más especial que cuenta con una programación propia a lo largo de todo el mes de Diciembre es el de la plaza vieja, donde se dispone de un podio donde se realizan diferentes actuaciones, dispone del árbol de navidad más grande de Praga, hay representaciones del nacimiento, incluyendo animales vivos, villancicos tradicionales, además dispone de un mirador instalado en el centro de la plaza, para ver el mercado desde lo alto. Aunque si realmente lo quieres ver desde lo alto, lo mejor es subirse a la torre del reloj del ayuntamiento viejo, desde el cual podrás divisar no sólo el mercado, si no buena parte de Praga con su decoración navideña.
Si vas a ir de visita, lo mejor es que cojas suficientes ropas de abrigo, ya que las temperaturas suelen ser bastante fresquitas, y si no estás preparado fácilmente en 30 minutos te puedes sentir totalmente entumecido por el frío, así pues no olvides, un gorro, bufanda y guantes. Uno de los mejores momentos para ir a verlos es a partir de las 5 cuando ya es de noche y las casetas y las plazas están iluminadas con diversas decoraciones navideñas.
Así pues ya sabéis un mercado que merece la pena de ver, y si la navidad no es lo tuyo, seguramente la ciudad lo será.
Arbol de navidad, en la plaza vieja
Torre del reloj en la plaza vieja
Puestos de venta debajo del arbol
Namesti Miru, mercado de navidad, Praga
Iglesia de Tynn, plaza vieja
Detalle de las luces de navidad