Hoy vamos a uno de los clásicos merenderos de Gijón, al Chavolu, situado en el Camino Barrea de Deva. Este merendero dispone de una zona de restaurante con un par de salones en el interior, y la zona de merendero en la parte trasera y lateral, en la que también tenemos una zona a techada por si el tiempo no nos acompaña. Es un merendero agradable, cuyo único hándicap es el tema aparcamiento, que, al no disponer de uno amplio, obliga a tener que dejar el coche en la carretera.
Como en los merenderos de siempre, en el Chabolu pides la comida, y cuando está lista te avisan para que pases a recogerla y disfrutarla donde quieras. Su carta incluye los típicos platos de merendero, con tapas, ensaladas y quesos. Nosotros optamos por los cuatro básicos y clásicos de cualquier merendero que se precie, tortilla, calamares, chorizo y croquetas.
Ninguno de ellos destaca en especial. Las croquetas no sabían más que a beshamel; la tortilla, sin cebolla, sabia a huevo sin más; los calamares tipo anilla, flojeras; el chorizo, quizá, lo único que podría decirse que estaba rico. Ya os digo, nada del otro mundo.
Para beber tomamos una rica sidra Natural de Piñera.
En cuanto al precio, incluyendo pan y agua, un par de bombones de la Ibense y un par de copas no llegó a 15 euros.
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