La primer receta de pescado! Esta receta viene de la mano de mi madre, ya que le ha entrado el gusanillo de la cocina después de verme pasar las horas en la cocina haciendo cositas nuevas. Siguiendo a nuestro lema, es un plato sencillo aunque tenga muchos más ingredientes de lo habitual, pero no por ello lo hace más difícil. Lo mejor de todo es que el pescado no queda seco.
Ingredientes
- Merluza troceada
- 1 huevo
- 1 poco de harina
- Sal
- Pimienta blanca
- Champiñones
- Pimiento rojo
- Tomate frito
- Cebolla
- Azúcar
- Ajo
- Finas hierbas
Preparación
Primero cogemos los trozos de merluza y los salpimentamos. Cogemos el pimiento rojo y lo cortamos a tiras. Ahora picamos la cebolla para que nos salgan trocitos pequeños. Ponemos el huevo en un bol y lo batimos. Ahora le añadimos la merluza y la ahogamos ahí para que se empape bien. El siguiente paso será poner en otro bol harina, para así pasar la merluza a la harina.
Calentamos el aceite en una sartén y cuando ya esté caliente ponemos la merluza dentro. No vamos a dejar que se haga del todo. Solo que se reboce un poco y lo apartamos.
Para poder hacer el sofrito, quitamos el aceite de la sartén. Echamos el pimiento y, cuando ya esté algo blando, lo acompañamos de la cebolla. Cogemos unos champiñones troceados y los añadimos también. Cuando veamos que el pimiento ya esté blando y que los champiñones ya estén dorados, añadimos el tomate frito. Le añadiremos azúcar para quitar la acidez del tomate. Lo dejamos hacerse a fuego lento y le pondremos sal, finas hierbas y ajo picado.
Cuando ya esté casi hecho, le metemos la merluza y se termina de cocinar todo junto. Luego solo quedará poner en su plato y listo para comer!
Consejos
- Si veis que el sofrito se os queda muy espeso, se puede echar vino blanco o agua. Recordar que solo un poco, tampoco es cosa de ahogarlo.
- Las cantidades son al gusto del consumidor.
- El ajo que he usado es un ajo picado ya que hay en unos botecitos en Mercadona, donde están todas las especias. Tiene un sabor muy fuerte, por eso con muy poca cantidad es suficiente.
- La cantidad de azúcar que se añade es dependiente de la tolerancia a la acidez del tomate. Probad primero sin azúcar y luego añadid pequeñas cucharaditas hasta que encontréis vuestro punto.
- El champiñón que yo he usado es uno que viene ya cortado en latitas, ya que las cantidades que vienen en las bandejas son demasiado para mí y no sé nunca qué hacer con lo que me sobra.