Mermelada de cebolla a la naranja: un toque dulce y sabroso para transformar tus platos
En el mundo de la cocina, a veces los ingredientes más inesperados se combinan para crear verdaderas joyas. Uno de esos descubrimientos sorprendentes es la mermelada de cebolla a la naranja. Puede que, al oírla por primera vez, pienses: “¿Cebolla… en una mermelada?” Pero te prometo que, una vez que la pruebes, no volverás a mirar una cebolla con los mismos ojos.
Un dúo inesperado con resultados mágicos
Lo primero que hay que entender es que la cebolla cambia radicalmente al cocinarse. De ser picante y punzante, pasa a ser dulce, suave y muy aromática. Y si a ese dulzor natural se le suma el sabor cítrico y fresco de la naranja, el resultado es una mermelada que logra un equilibrio delicioso entre lo dulce, lo ácido y lo salado.
No es una mermelada para untar en el desayuno (aunque si te animas, adelante), sino un condimento versátil que puede realzar desde un queso curado hasta una hamburguesa casera. Sí, leíste bien, esta mermelada no solo es gourmet, también es completamente práctica.
¿Con qué va bien la mermelada de cebolla?
Una de las cosas más maravillosas de esta mermelada es su capacidad para acompañar una gran variedad de platos:
-
Tablas de quesos: Especialmente con quesos fuertes como el azul, el brie o el manchego curado. El contraste de sabores es simplemente espectacular.
-
Carnes: Va de maravilla con carnes rojas, cerdo, e incluso pollo. Un lomo con una cucharada de esta mermelada por encima se transforma en algo digno de restaurante.
-
Pescados: el bacalao asado con cebolla cebolla caramelizada es un auténtico manjar.
-
Hamburguesas y sándwiches: Agrégala como topping y convierte una comida sencilla en una experiencia gourmet.
-
Tostadas saladas: Sobre una base de pan rústico, con un poco de queso crema o ricotta, y una cucharadita de mermelada, tienes un aperitivo sofisticado en segundos.
Probé por primera vez esta mermelada de cebolla cuando hice la trenza de trucha asalmonada, y fíjate si está buena que Karlos Arguiñano la hizo en su programa de cocina en Antena 3.
¿Te animas a probarla tú también?
En la cocina, experimentar es parte de la diversión. Si nunca has probado una mermelada que no sea de frutas dulces, esta es tu oportunidad de sorprenderte. La mermelada de cebolla a la naranja es mucho más que una curiosidad: es un comodín sabroso que transforma platos simples en auténticas delicias.
No hace falta ser gourmet, ni tener ingredientes caros, solo necesitas un poco de curiosidad y ganas de agregar algo nuevo a tu cocina.
MERMELADA DE CEBOLLA A LA NARANJA
INGREDIENTES:
-
2 cebollas medianas
-
4 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
-
2 cucharadas (soperas) de azúcar moreno
-
1 cucharadita (de postre) de miel
-
200ml de zumo de naranja
-
100ml de coñac
PREPARACIÓN:
-
Pelar y picar las cebollas en juliana muy fina (mejor con mandolina). Pochar en el aceite, a fuego suave, hasta que esté blanda.
-
Añadir el azúcar y remover para que se disuelva. Incorporar el coñac, reducir un par de minutos a fuego fuerte.
-
Agregar el zumo de naranja y la miel.
-
Cocinar hasta que se consuma todo el liquido (a fuego medio sin tapar) dando vueltas de cuando en cuando para que se haga toda por igual y evitar que se pegue.

El aroma que lo cambia todo
Al cocinar la cebolla lentamente, los aromas que se liberan ya comienzan a cambiar la atmósfera de la cocina. Si le sumas el perfume del zumo cítrico, tendrás una fragancia cálida, acogedora y un poco festiva. Es de esas preparaciones que, aunque llevan algo de tiempo, te conectan con el placer de cocinar sin prisas.
Y no, no necesitas ser un chef para prepararla. Lo hermoso de esta mermelada es que es sencilla, económica, y no requiere técnicas complicadas. Solo paciencia, buen humor y ganas de experimentar sabores nuevos.
Un regalo casero que conquista
Otra ventaja maravillosa de la mermelada de cebolla a la naranja es que es un excelente regalo hecho en casa. ¿Quién no se sentiría especial recibiendo un frasco bonito, hecho con cariño, y con un sabor tan original? Ideal para las fiestas, cumpleaños o simplemente como un gesto amable para alguien querido.
Además, como se conserva bien en frascos esterilizados, puedes hacer varias porciones y tener siempre a mano para una cena improvisada o para lucirte en una reunión. Si no sabes como envasarla sigue el paso a paso de la cebolla caramelizada con miel en conserva.

